La sorprendente apuesta de Tito y Quico por Paco López me convencería más si no fuese por el descarte de opciones sobre la mesa, si estuviese plenamente seguro de que se hace porque creen que en este momento un hombre de la casa, que conoce lo que tiene entre manos y que hace tiempo que trabaja duro para una oportunidad como esta, es la solución. Quiero creer más ciertas las palabras de que López es el entrenador hasta final de temporada que las que se dijeron, idénticas, sobre Muñiz. Deseo que le dejen trabajar, que le den un margen de tiempo razonable para transmitir sus criterios, que se le trate con el mayor respeto (también desde la grada), como alguien capaz de hacer con esta plantilla algo mejor que lo que ofreció Muñiz. Si se ha mantenido al asturiano tras una victoria en 22 partidos quiero creer que a López no se le hará un Mendilibar a las primeras de cambio.
Las dudas me las genera la rueda de prensa de presentación. Debió ser un acto ilusionante, para pasar página y mirar al futuro con optimismo, pero las cara de Tito y sobre todo de Quico no podían ser más circunspectas; incluso graves y con un poso de tristeza. Es obvio que despedir a un entrenador como Muñiz -que además es un buen tío- no puede ser motivo de alegría, pero el que viene a arreglar esto tal vez merecía otro gesticulario. Y todos nosotros también.
Creo que López es capaz de sacarnos de esta. Y creo en apuestas como la que se hace por él. El otro día afirmó que el bagaje en las categorías inferiores le permiten conocer el fútbol real, por dentro. Y tiene razón, pero en Primera media un factor peligroso: gente joven con pasta; la cara de Mbappé cuando le pidieron ayuda defensiva antes del 0-1 del Madrid, vaya.
En menor medida, en el Llevant hay mucha ficha cuasi millonaria. Espero que eso no afecte a la autoridad de López en el vestuario. Seguro que pesará más la responsabilidad de la plantilla y las palabras de Morales cuando afirma que hay un compromiso inequívoco para salir de esta. En Getafe veremos a un Llevant distinto. Esperemos que mejor desde hoy mismo. E ilusionante. La ilusión es imprescindible para escapar del pozo. Y que López sea el superhéroe castizo que necesitábamos
