La comarca fronteriza, la que está equidistante de Valencia y Alicante y la que se siente igual de lejos de ambas capitales, tendrá durante este mandato un poder hace nada impensable en la Diputación de Alicante. El alcalde de Calp, César Sánchez, será el presidente de la institución provincial. Dejará el acta de diputado autonómico para gobernar la diputación de Alicante. Sánchez había tenido más querencia hacia Valencia que hacia Alicante, pero ahora pasa de ser mano derecha del expresidente del Consell, el teuladino José Císcar, a hacerse con el cargo que éste anhelaba. El veto de Ciudadanos a Císcar da alas al munícipe calpino, quien en las últimas elecciones bajó de diez a nueve concejales, pero salvó los muebles mientras otros munícipes populares se estrellaban.

Mientras, el portavoz del PSPV en la diputación será otro alcalde de la Marina Alta. José Chulvi, el primer edil de Xàbia, liderará la oposición a Sánchez. El xabienc repite como diputado socialista y llega reforzado por su apabullante mayoría absoluta (logró 14 ediles de los 21 de la corporación).

Además, el portavoz de Compromís en la diputación también es otro concejal de la comarca. Gerard Fullana, de Compromís y portavoz del gobierno de Xaló, aún no ha tomado posesión del escaño, pero ya ha puesto las cartas boca arriba. Aboga por cerrar la diputación y auditar los mandatos de los populares José Joaquín Ripoll y Luisa Pastor.