Será verdad que el dinero llama al dinero. El muelle de megayates de Dénia ya empieza a generar actividad económica a su alrededor. En un bajo que está a un paso (solo hay que cruzar el vial de la Explanada Cervantes), la inmobiliaria Stirling Ackroyd, creado en Londres en 1986, va a abrir una de sus sedes. Y esta agencia no es de las que se prodiga mucho. Tiene nueve oficinas en Londres y solo tres desperdigadas por mundo, una en Estambul, otra en Ibiza y otra más en Moraira. Ahora pone una pica en Dénia. Ocupará un local histórico, el del antiguo restaurante Gavilà, cerrado hace algo más de un año. Esta inmobiliaria trabaja, sobre todo, con clientes británicos. Su oficina de Dénia está en el tramo de Marqués de Campo que se asoma al puerto.