El cambio cada mes de extremo de la calle en el que aparcar ha generado en Gata problemas tan graves como que ambas aceras de la N-332 estén tomadas por los coches y apenas se pueda pasar (imposible con una silla de ruedas o un carrito de bebé). De ahí que el gobierno local (Compromís y JuGa) haya decidido que sea cada seis meses cuando se cambie el lado de la calle en el que estacionar. El ayuntamiento ha cambiado la señalización. Se evita la confusión de estar cada mes cambiando de acera.