El desalojo es inminente. En la mañana de ayer, varias patrullas de la Policía Local de Dénia acudieron a la finca que quedó sin acabar en la calle La Vía (se hicieron los sótanos y algo de la estructura) y avisaron a los indigentes que la han convertido en su precario hogar de que deben hacer las maletas y marcharse como máximo en cinco días. Este diario habló a mediodía de ayer con los sintecho. «No tenemos a donde ir», indicó uno de los huéspedes de esta céntrica estructura que se ha convertido en refugio de indigentes.

En la actualidad, viven allí de forma permanente unas cinco personas. Han montando una suerte de campamento. Han colocado telas de plástico para tener un poco de intimidad y que los transeúntes no los vean desde la calle. Y con colchones se han hecho camastros. «Ahora mismo aquí tengo una cama. Si me echan, me quedo sin nada. Me tocaría dormir en un banco», dijo el mismo sintecho antes citado.

Los indigentes, que en su mayoría han llegado a Dénia desde países del este de Europa, se sorprendieron ayer del despliegue policial. Aseguraron que acudieron varias patrullas.

Explicaron también que la vida en esta finca se ha «normalizado» (si se puede entender como normal no tener una vivienda mínimamente digna) en los últimos meses. Hay personas que pasan alguna noche y se marchan. Un grupo de unos cinco se ha establecido; ya llevan meses habitando en esa especie de campamento. Antes, explicaron, sí había muchas más personas en esta finca. Dormían en los sótanos, que ahora están repletos de basura.

Además, este esqueleto urbanístico es muy peligroso. Hay huecos de escaleras y ascensores que, sobre todo por las noches, pueden convertirse en una trampa. También hay hierros de punta de los forjados.

A finales de 2014, de hecho, murió aquí un sintecho (era natural de Dénia) al caerse por uno de esos huecos. La policía cerró la precaria valla que rodea la finca, pero a la semana ya estaba de nuevo abierta y ocupada por personas que no tienen vivienda y que al menos aquí evitan dormir al raso.

Que ayer la policía avisara a los indigentes de que deben desalojar esta finca a medio hacer y en ruinas anticipa que es cuestión también de días que se empiece a colocar el nuevo vallado.