Un vecino de Xàbia de 37 años salvó ayer la vida por los pelos. Logró escapar de un amigo, de 34, que lo atacó salvajemente con una katana. Ambos habían discutido. El agresor, René B., que es alemán, asestó varios espadazos a la víctima. Le abrió un tajo desde la oreja al pecho. También le produjo profundos cortes en ambos brazos. El ataque ocurrió sobre las 15.30 horas. La víctima consiguió escapar del solitario chalé donde sufrió la agresión. Dejó tras de sí un reguero de sangre. La vivienda está a unos 20 metros de la carretera de Xàbia a Gata (la CV-734). Huyó desnudo y ensangrentado; también gravemente herido. Pidió, aterrorizado, auxilio. Un conductor llamó al 112. Lo vio corriendo en dirección a Xàbia. Acudieron varias patrullas de la Guardia Civil y luego una más de la Policía Local. Hallaron al herido tirado en la cuneta y sangrando mucho. El tajo desde la oreja al pecho era bastante profundo en el cuello. Una ambulancia del SAMU lo trasladó al hospital de Dénia, donde sobre las 17 horas fue operado de urgencia. Los tajos en los brazos le seccionaron varios tendones. Sobre las 21 horas, salió de quirófano. Se valoraba trasladarlo al hospital de Alzira.

Tras socorrer a la víctima, cuatro agentes de la Guardia Civil acudieron a la casa de la agresión. Siguieron el reguero de sangre del camino y de la entrada. Les llevó hasta el piso superior, donde hallaron la katana con la hoja manchada de sangre. También allí estaba el presunto atacante, al que los agentes arrestaron.

También inspeccionaron la vivienda, donde había dos grandes perros, aunque inofensivos. Incautaron la katana y precintaron el chalé.

Los motivos de la discusión no trascendieron ayer. Familiares de la víctima, cuyas iniciales son D. S., indicaron que es amigo desde hace mucho tiempo de su atacante. Explicaron que el ahora detenido vino hace poco a pasar unos días de vacaciones en Xàbia. Lo hizo, precisamente, al tener aquí de amigos a D. S. y a sus familiares. Regresó a Alemania, pero decidió volver a Xàbia para establecerse definitivamente. Las mismas fuentes indicaron que su comportamiento había cambiado mucho en los últimos días y tenía algunos accesos violentos. Lo atribuyeron a que había dejado de tomarse una medicación. Ayer, tras el violento ataque, ni siquiera intentó huir. Se quedó paralizado en la vivienda donde se había peleado con su amigo, sobre el que luego presuntamente se abalanzó katana en mano.