Un náufrago ha arribado esta tarde, sobre las 16 horas, al puerto de Xàbia tras navegar durante diez horas en un bote salvavidas. Ha llegado exhausto y hambriento. Pero sobre todo feliz de haber superado una situación extrema.

En el puerto, lo ha atendido en un primer momento el personal del club náutico. El navegante, que es de nacionalidad alemana, estaba desmayado. Ha recuperado algo de fuerzas en el restaurante. Luego han llegado una patrulla de la Policía Local y la Cruz Roja. El equipo médico le ha realizado un examen. El náufrago, pese a su durísima peripecia, estaba en buen estado de salud, aunque, eso sí, agotado.

Su velero se hundió a unas 30 millas de la costa. Colisionó con un objeto que su único tripulante no acertó a identificar. Se produjo en el casco una gran vía de agua y el barco se fue a pique en cuestión de minutos.

Al navegante le dio el tiempo justo para desenganchar el bote auxiliar y ponerse el chaleco salvavidas. Cargó dos bidones de gasolina. Y puso rumbo hacia la costa. Sabía que le esperaban horas de angustia. Iba a bordo de una embarcación pequeña, de menos de un metro de eslora. Encendió el motor y cruzó los dedos para que el tiempo no cambiara y continuara la buena mar. Tardó diez horas en alcanzar tierra firme. Su convicción y conocimientos del mar le han salvado la vida.