El centro histórico de Xàbia se mueve. Unos jóvenes empresarios de Bélgica (alguno de ellos es originario de la Safor) han adquirido, según ha podido saber este diario, una de las casas palaciegas más notables de un casco antiguo de traza gótica y cuyo monumento más destacado es la iglesia-fortaleza del siglo XIV de Sant Bertomeu (es una joya del gótico tardío valenciano). El inmueble que han comprado estos inversores se construyó sobre 1850. Es la Casa Arnauda o de la Senyoreta Josefina. Perteneció a una poderosa familia burguesa que hizo fortuna con el negocio de la pasa. Su característica torre es un signo de supremacía. Desde allí los propietarios atisbaban la llegada de los veleros que cargaban la pasa y la llevaban a América e Inglaterra. Esa torre, además, sobresale en el perfil urbano de Xàbia. Solo la supera en altura la del templo de Sant Bertomeu.

La Casa Arnauda se convertirá en un hotel de lujo. Lleva muchas décadas vacía. Siempre hasta ahora había pertenecido a la familia Català. La planta baja sí la compró hace años la CAM (ahora banco Sabadell). Pero los descendiente de Josefina Català (la Senyoreta Josefina que da nombre al inmueble) han mantenido el primer y segundo piso y la torre hasta ahora que han vendido la casa por una cantidad que no ha trascendido.

Los inversores hace tiempo que le echaron el ojo al centro histórico de Xàbia. Buscaron inmuebles y han dado con uno de los más emblemáticos. Hay otras casas burguesas del Raval de la Mar (el ensanche que se desarrolló tras derribarse entre 1869 y 1874 las murallas medievales del casco antiguo) que sí tienen en sus fachadas carteles de «se vende». Pero ésta no estaba en el mercado. Se construyó intramuros y está declarada Bien de Relevancia local. Los nuevos propietarios ya han realizado una consulta en el departamento de Urbanismo, aunque todavía no han pedido la licencia para las obras. Ya saben que el exterior pueden restaurarlo pero no alterarlo.

Rehabilitar la Casa Arnauda, que está pintada de un llamativo color ocre (ahora desteñido), presenta sus dificultades. Al estar cerrada, ha sufrido deterioro. La estructura aguanta bien. Y el interior está diáfano y los nuevos propietarios podrán organizarlo a su gusto. Será el primer alojamiento de lujo que abrirá en el centro histórico de Xàbia.