Calp no retirará este verano los arribazones de posidonia oceánica que el mar saca a las playas. El ayuntamiento sostiene que el decreto 64/2020 del Consell para la preservación de esta especie endémica del Mediterráneo, de gran valor ecológico, le impide quitar las hojas muertas. La recomendación sí es que los arribazones se dejen en las playas para que actúen como barrera natural y frenen la regresión del litoral. Se autoriza a trasladarlos a otra zona de la playa o a retirarlos si se les da uso de compostaje e incluso en cuadras (son excelentes para la cicatrización de las heridas de los animales). En Dénia, se está regenerando dunas con arribazones de posidonia.

El consistorio calpino ha explicado que hasta este verano sí retiraba la posidonia de las playas. Ahora, mantiene los arribazones en el Cantal Roig y Puerto Blanco y los desplaza a un extremo de la cala Calalga. En el Morelló, también los acumula en el extremo oeste de la playa.

El ayuntamiento anuncia que pedirá autorización a la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica para retirar los arribazones de la playa de la Fossa. Alega que la playa es pequeña y no hay espacio para acopiar estos restos marinos. Mientras, en el Arenal-Bol sí se trasladarán siempre que se pueda a un extremo de la playa. El consistorio avanza que dispone de una parcela municipal para almacenar allí la posidonia durante el verano (entre el 15 de junio y el 30 de septiembre). Luego se volvería a llevar a las playas.

El Ayuntamiento ha destacado la necesidad de sensibilizar a los bañistas sobre el gran valor natural de la pradera de posidonia oceánica. Incide en que la presencia de hojas muertas tanto en el agua como en la arena son una clara señal de la buena calidad del agua e indican que está limpia y libre de contaminación.

Además, la pradera de posidonia genera una rica biodiversidad marina.