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El vandalismo y el botellón en Nochevieja dejan rastro en el Port

El cristal de una cabina fue destrozado y un bolardo de hierro acabó arrancado - El aparcamiento de los cines amaneció lleno de restos y algunos alrededores de la playa, con muchos orines

El vandalismo y el botellón en Nochevieja dejan rastro en el Port

Diversas calles y plazas de Port de Sagunt amanecieron el primer día del año con los efectos visibles de una larga Nochevieja no exenta de botellón y actos vandálicos. La imagen de un bolardo de hierro arrancado y tirado en la plaza de la Concordia del paseo marítimo era una de las estampas que se encontraban ayer los viandantes. A ello se sumaban los restos del cristal de una cabina telefónica, que fue destrozado en la avenida Camp de Morvedre y dificultaba el paso de los peatones por la acera pues los trabajadores del servicio de recogida de basura libraban ayer hasta las 23 horas, como ocurrió también el día de Navidad.

La zona más damnificada por el botellón esta vez fue el aparcamiento de los multicines, situado justo enfrente del conocido complejo de pubs y bares «Puerto Ocio», un lugar alejado del casco urbano donde, en al menos un local, la música seguía ayer encendida pasadas las nueve y media de la mañana.

La zona de estacionamiento de los cines amaneció con numerosas botellas vacías, vasos de plástico tirados y abundantes cristales esparcidos por todo el recinto; esto último también se podía apreciar dentro del tramo de carretera que separa ambas zonas de ocio, pese al peligro para la circulación de vehículos que podía suponer.

Otro lugar del Port que sufrió los efectos negativos de la Nochevieja es la Plaza Cánovas del Castillo y sus alrededores. Los vecinos de esta zona cercana a la playa volvieron a encontrarse con restos de botellón y, sobre todo, con abundantes orines; una situación que, según algunos residentes, se repite casi todos los fines de semana, pese a que hace meses ya recogieron firmas de protesta, como informó Levante-EMV.

Normalidad en el Malecón

Donde sí predominó la normalidad, quizás por las bajas temperaturas, fue en las zonas más cercanas a la playa donde otros años sí ha habido botellón en estas mismas fechas. De este modo, la «curva» del Malecón y el aparcamiento situado donde antes estaba el edificio de la Cruz Roja empezaron 2015 limpios de este tipo de desechos, en contra de lo ocurrido en fechas anteriores.

A nivel policial se destacó la tranquilidad con la que transcurrió la noche, sin ningún detenido en la comisaría, ni intervenciones por problemas de orden público. Por ello, se consideraron «excepciones» los desperfectos en la cabina y el bolardo arrancado que dejan un sabor agridulce en la Nochevieja porteña.

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