El Ayuntamiento de Sagunt deberá poner en marcha un nuevo plan económico financiero, después de que la liquidación del pasado ejercicio supusiera el incumplimiento del objetivo de estabilidad. En este caso también se encuentran otros tres consistorios de la comarca, Gilet, Benifairó de les Valls y Algímia d'Alfara, aunque sólo la capital comarcal tuvo números rojos en el saldo no financiero, que compara los ingresos y los gastos no relacionados con la deuda. Concretamente, Sagunt tuvo un balance negativo de 243.102 euros, según los datos que maneja el Ministerio de Hacienda.
La concejala del área económica, Teresa Garcia, explica que este desequilibrio afectará a las inversiones, aunque no puede adelantar en qué medida hasta que durante los próximos meses se revisen los niveles de ingresos tanto de los impuestos como de las tasas. En cualquier caso, la nacionalista reconoce que las medidas que se deberán adoptar no serán drásticas y que incluso se podrían haber evitado si el superávit del anterior ejercicio se hubiera destinado a reducir la deuda, tal y como recoge la legislación.
Esta medida, según la delegada municipal de Hacienda, también hubiera permitido trabajar en un presupuesto «limpio» para 2016, es decir, sin arrastrar ningún plan económico financiero, pero «el pleno ya acordó que el superávit se destinaría al plan de empleo, al considerar que es más urgente teniendo en cuenta, además, que el nivel de deuda que presenta el ayuntamiento es relativamente bajo», añade Garcia.
Ese no es el caso de Gilet, que cerró el pasado ejercicio con 2,4 millones en préstamos pendientes de pago, que son cerca de 300.000 euros más de los ingresos reconocidos en 2014. Por este motivo y pese a que el saldo no financiero arrojó un balance positivo de 475.156 euros, el ayuntamiento de la Baronia también tendrá que someterse a un nuevo plan económico financiero, cuyas medidas se prolongarán hasta 2016.
Saldos positivos
Benifairó y Algímia son los otros dos municipios de la comarca que no cumplen los objetivos de estabilidad, pese a un balance positivo de 167.785 y 32.464 euros, respectivamente. El resto de ayuntamientos de El Camp de Morvedre si se ajusta a los criterios de equilibrio presupuestario.
Entre esta docena de consistorios, el saldo no financiero que arroja la liquidación de 2014 supera los 2,2 millones de euros, desde los 400.795 euros de Canet d'En Berenguer hasta los poco más de 10.000 de Faura, pasando por los 308.100 de Alfara de la Baronia, los 270.766 euros de Albalat dels Tarongers, los casi 250.000 de Quartell o los 214.000 euros de Torres Torres.
Un aspecto en el que sí han cumplido todos los ayuntamientos de El Camp de Morvedre es en la presentación de las liquidaciones de 2014 para su control por parte del Ministerio de Hacienda. Las consecuencias de no someterse a esta vigilancia, en la que han incurrido una treintena de ayuntamientos valencianos, es la retención a partir de septiembre de las entregas a cuenta de su participación en los tributos del Estado, inyección que resulta básica para las economías municipales al suponer mensualmente unos ingresos de casi 1,5 millones entre los 16 consistorios.
