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Empleados de Bosal se encierran para exigir ayudas antes del «fatal» desenlace

Reclaman que los apoyos recibidos en los últimos meses se transformen en hechos a través de un plan social con recolocaciones

Empleados de Bosal se encierran para exigir ayudas antes del «fatal» desenlace

Una treintena de trabajadores de Bosal se encerró ayer en el salón de plenos del Ayuntamiento de Sagunt para recordar la situación por la que atraviesan, que «ahora ha pasado a ser delicadísima, la peor desde que empezó el conflicto ante la inminencia de un desenlace fatal», en palabras del presidente del comité de empresa, Antonio González.

Y es que, tras la finalización sin acuerdo del periodo de consultas del expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción, «el juez tiene en su manos la decisión, que, incluso si nos es favorable, nos puede dejar con una mano delante y otra detrás», reconocía González, durante su intervención en el pleno de Sagunt.

El plan de los empleados era dormir anoche en el ayuntamiento y permanecer encerrados hasta cerca de las 10 horas en el primer paso de una nueva campaña para volver a hacer visible su situación con el claro objetivo de «reivindicar un plan social para los trabajadores de Bosal. Necesitamos que todos los apoyos que hemos recibido en los últimos meses se traduzcan en hechos», apuntó el presidente del comité de empresa. El tiempo se ha convertido en un factor importante porque «esperamos que el juez se pronuncie en un mes».

La decisión de intensificar sus protestas se adoptó durante una asamblea que tuvo lugar por la mañana, en la que se informó sobre «la cerrazón» de la empresa a aportar algo para un plan social que haga menos traumática la situación de sus más de 220 trabajadores. «No queremos privilegios —puntualizó González— pero tampoco quedarnos totalmente desprotegidos. Necesitamos un plan urgente de recolocaciones que pueda mitigar los incumplimientos de la empresas con sus obligaciones».

Agradecimientos

De este modo y pese a agradecer el apoyo mostrado desde los gobierno autonómicos y locales durante los últimos meses, González reclamó que tanto ayuntamiento como Generalitat pongan en marcha herramientas de ayuda a los afectados por las decisiones de Bosal, una empresa «sin alma ni sensibilidad», según destacó el alcalde de Sagunt, Quico Fernández. El nacionalista aseguró que se «esta intentando» desarrollar un plan social, mientras que el representante de los trabajadores reconoció que el nuevo Consell había tratado de reunirse con la dirección del grupo de Bosal, pero sus responsables se habían negado

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