Casi 300 alumnos de El Camp de Morvedre iniciaron ayer el curso escolar en aulas provisionales de diversos colegios públicos, a la espera de una mejora de instalaciones que sigue sin fecha y que, en muchos casos, se espera desde hace años.
En una jornada marcada por la normalidad y la ausencia de incidentes, esa provisionalidad de algunos espacios se vivió ayer tanto en la unidad de infantil del colegio Villar Palasí de Sagunt, como en los centros de Faura, Benifairó de les Valls y en los dos de Canet d' En Berenguer pues mientras en estos dos últimos hay escolares dando clase en aulas multiusos por falta de espacio en sus edificios, en los primeros hay muchos que dan sus lecciones en «barracones», es decir, en módulos prefabricados.
De todos estos centros, ni siquiera Villar Palasí inició las clases con perspectivas optimistas de una solución a medio plazo, pues aunque a principios de verano se esperaba la licitación de las obras del esperado edificio, las últimas noticias oficiales no fueron tan halagüeñas, tanto por motivos presupuestarios como por las gestiones pendientes antes de sacar a concurso las obras. Así lo confirmaba ayer a Levante-EMV el concejal de Educación, José Manuel Tarazona, tras la reunión mantenida el día anterior con el conseller de Educación, Vicent Marzà, y el secretario autonómico, Miquel Soler; un encuentro al que acudieron también el alcalde de Sagunt, Quico Fernández y algunos representantes del Consejo Escolar Municipal.
Como apuntaba Tarazona: «Según Vicent Marzà, la Conselleria se encontró con muchos problemas al entrar con la caja vacía... El presupuesto prácticamente estaba agotado porque el Partido Popular se había gastado el 85% del presupuesto económico para educación». Junto a ello añadía: «la construcción de este centro es una prioridad para nosotros y para la Conselleria. Pero toda la documentación para licitar la obra debe revisarse y, para ello, apenas hay uno o como mucho dos arquitectos revisando los proyectos educativos de todo el País Valencià. Esperemos, no obstante, que acaben con el de Villar a final de noviembre y entonces podremos dar detalles con más seguridad, porque no queremos dar falsas expectativas ni engañar a nadie como han estado haciendo hasta ahora durante los últimos 8 años», decía.
También con incertidumbre se iniciaron las clases en los dos barracones habilitados en el colegio de Faura y los otros dos Benifairó, a los que acuden más de una treintena de niños en cada centro. Mientras, en Canet, la edil de Educación Amparo Pitarque, admitía que hay una clase en cada colegio que está en aulas provisionales y otras dos de 5 años que „al menos temporalmente„ tienen un niño más del previsto en la ratio, «a la espera de que la conselleria acepte que, al menos, una de las dos pueda desdoblarse».
