El Ayuntamiento de Sagunt trasladará un escrito a los máximos dirigentes de Compromís en Valencia para hacerles saber la actitud «autoritaria, intolerante y prepotente» del alcalde, Quico Fernández, desde que asumió la vara de mando. Esta era la propuesta plenaria de IP que fue apoyada por el resto de la oposición, junto a la reclamación de la «máxima participación, diálogo y consenso» a los grupos que la componen para hacerles «partícipes de los temas importantes con su tratamiento plenario y la convocatoria de comisiones».
En su exposición, el portavoz segregacionista, Manuel González, apuntó que «pese a la idea de participación, transparencia y diálogo que intenta transmitir el alcalde sobre su gobierno, la realidad de su gestión es el oscurantismo y la falta de información no solo con la oposición, si no también con agentes sociales».
Además de censurar que «todos los temas que nos presenta ya están aprobados en junta de gobierno o por resolución de alcaldía», el portavoz de IP añade que «no se han convocado todas las comisiones y consejos municipales, como dice Fernández. Solo se han reunido las obligatorias y el Consell de la Dona». Otro ejemplo del «autoritarismo» del alcalde, según González, es el desconocimiento de la oposición sobre las obras y cuantías incluidas en el plan de empleo.
Fernández, por su parte, considera que la remisión de la moción a Oltra y Morera, una enmienda que se añadió durante el debate plenario, muestra «el desconocimiento sobre el funcionamiento de Compromís. Yo no tengo a nadie de mi partido por encima de mi, porque soy alcalde de Sagunt, no de Compromís. Oltra y Morera no me van a decir como llevar las cosas en el ayuntamiento».
Además de denunciar la estrategia «sinsentido» de la oposición, «a veces liderada por Sergio Muniesa, otras por González y algunas por Francisco Crispín, para vergüenza del PSPV», Fernández añade que «una cosa es reconocer, al encontrarnos muchas cosas encima de la mesa, que la gestión es complicada por la inexperiencia del equipo de gobierno, que dificulta el ajuste de comisiones y consejos, y otra es presentar una propuesta como esta».
Críticas al «tercer turno»
Otro punto común en la crítica al alcalde es el denominado «tercer turno» plenario, que supone, según González, un «nuevo método de autoritarismo y prepotencia, en el que utiliza su cargo y su poder para realizar sus mítines particulares para arremeter contra los grupos políticos o algún concejal, sin posibilidad de respuesta. Una injusticia más provocada por su actitud déspota y abusiva».
Desde las filas socialistas, Crispín añade que «no comprendemos como en todos los plenos toma la palabra —por el alcalde— sin que se le pueda rebatir. Es un ejercicio de falta de voluntad de entendimiento y de desprecio». Castillo (C's), por su parte, asegura que «en varias ocasiones me he sentido atacado a destiempo, de forma irónica y prepotente, cuando el alcalde toma la palabra, sin que el reglamento se lo permite, para "apuntillarnos" sin que podamos defendernos».
El PP, mientras, señala que resulta «triste» tener que aprobar una moción de amonestación al alcalde, que es la muestra del «hartazgo generado por el ninguneo y desprecio del alcalde, que se extiende a asociaciones, entidades y representación civil de la ciudad», según Muniesa, quien pide a Quico Fernández que «gobierne para todos y no solo para sus intereses o los de su partido».
