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Cruce de acusaciones por la seguridad en el festival Mil Graus

IP tilda al tripartito de «irresponsable», mientras Sampedro defiende que se siguieron todas las normas

Cruce de acusaciones por la seguridad en el festival Mil Graus

La celebración hace poco más de una semana del festival Mil Graus en el pabellón José Veral del Port ha provocado críticas desde la oposición, concretamente de IP, al considerar «irresponsable» la actuación del tripartito, que, según Manuel González, llevó el evento a un emplazamiento que «no reúne las condiciones de seguridad necesarias». Esta acusación fue rápidamente rebatida por el concejal de Juventud, Guillermo Sampedro, quien considera «absurdas» estas críticas, además de demostrar que «no tiene ni idea de lo que habla».

El segregacionista, que llega a advertir que el ayuntamiento se expuso a multas de hasta 300.000 euros por generar una situación que puso en grave riesgo a las personas, asegura que «en el departamento de actividades no hay documentación sobre el evento», así que «los promotores no tenían la licencia preceptiva». González también pone en duda que se dispusiera de un plan de emergencia o que el aforo de 1.500 personas no rebasara las condiciones del José Veral.

Frente a la «difícil justificación del festival desde una perspectiva legal», en referencia a la ley autonómica de Espectáculos Públicos, Actividades Recreativas y Establecimientos Públicos, Sampedro empieza por defender que el José Veral tiene «un plan de emergencia en vigor, que es el que permite que se entrene y se compita en él». El portavoz de EU explica que el trámite que se siguió fue «la cesión del pabellón de Deportes a Cultura», un paso similar al que se da cuando los play-backs falleros se celebran en el René Marigil o en el propio Veral.

Sobre el aforo, Sampedro señala que «la interpretación más restrictiva de la ley contempla un máximo de dos personas por cada metro cuadrado, así que, al habilitar 1.000 m2, la capacidad era de 2.000 personas, pero, para cubrirnos las espaldas, solo quisimos vender 1.500 entradas».

Además de apuntar que las críticas de IP «demuestran que no conocen la ley», el delegado de Juventud cree que estas acusaciones solo responden a que «les molesta que se hiciera en el Puerto un festival en valenciano, pese a que resultó un éxito», así que ya anuncia «que el año que viene intentaremos meter el doble de gente junto al Horno Alto», donde también estaba previsto en su primera edición hasta que lo impidió la lluvia.

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