El Ayuntamiento de Sagunt lanzó ayer un mensaje de unidad y preocupación al Ministerio de Medio Ambiente en Madrid, donde una delegación municipal encabezada por el alcalde, Quico Fernández, se reunió con el subdirector general para la Protección de la Costa, Ángel Muñoz. El encuentro se centró en el proyecto estatal de construir un macroespigón en Almenara, asunto que ya motivó un rechazo unánime en un reciente pleno, debido a las consecuencias negativas que ocasionaría en las playas de Sagunt y concretamente en las situadas más al norte.
«La reunión —explicó Fernández (Compromís) a Levante-EMV— cumplió el objetivo de demostrar la postura común de todos los partidos contra este proyecto», ya que la expedición la completaban el concejal de Playas, José Vicente Muñoz (EU), además de los portavoces Sergio Muniesa (PP), Manuel González (IP), Francisco Crispín (PSPV) y Raúl Castillo (C's).
Otro fin con el que se reclamó este encuentro era obtener información sobre el proyecto, aunque Fernández reconoce que en este caso «no nos dijo ni donde piensan construirlo exactamente ni la longitud que tendrá, solo que el espigón será grande y que está en redacción el estudio de impacto ambiental, contra el que posteriormente podremos alegar».
Esta información bastó para que los representantes municipales mostraran «nuestra oposición, porque no nos fiamos del mínimo impacto que dicen que tendrá», en palabras del alcalde de Sagunt, quien también explica la reclamación trasladada a Ángel Muñoz para que «la actuación sea mínima para atajar problemas concretos, porque, según se desprende de los planes que tienen, el espigón generará más dificultades de las que resolverá».
Muniesa, por su parte, considera la reunión «positiva» por la «posición conjunta en defensa de nuestras playas». Además de destacar el conocimiento demostrado por el subdirector general del tramo de costa entre Burriana y el Port, que es en el que se pretende frenar la erosión con ese macroespigón, el popular asegura que «nos trasladó la intención del ministerio de tomar las medidas necesarias para no dañar nuestro litoral».
El exalcalde también señala que este proyecto «todavía tiene mucho recorrido», en referencia a los trámites que todavía debe superar antes de ejecutarse, y destaca que Muñoz se mostró abierto a impulsar una intervención en la Gola de Quartell para proteger las Casas de Queralt y las playas tanto de Corinto como de la Malvarrosa.
Por su parte, el portavoz socialista reconoce que la reunión no dio los frutos esperados, ya que «solo nos pudo decir que cuando esté el estudio de impacto ambiental nos lo remitirá para que aleguemos», aunque valora que «nos tranquilizara en el sentido que se contará con la opinión de todos antes de tomar una decisión en firme», según Crispín.
«No nos fiamos ni un pelo»
El segregacionista, Manuel González, fue el que se salió del discurso oficial tras la reunión al asegurar que «no nos fiamos ni un pelo» de Costas, que, según el portavoz de IP, «sigue con la idea, aunque de momento esté parada, de retranquear el paseo del Puerto para reducir el ancho de la playa y llevarse arena hacia el norte».
Aunque el organismo ministerial asegura que «si los estudios vislumbran el deterioro de las playas de Corinto, Almardà, Canet d'En Berenguer y el Puerto, no acometerán el espigón», González tiene «la sensación de que existe presión urbanística para desarrollar la construcción del suelo urbanizado en la playa de Almenara, que evidentemente no tiene el mismo valor con la playa actual de piedra, que con una de arena».
Por este motivo, el segregacionista advierte de que «existe la posibilidad de volver a la movilización, como hace cinco años cuando se organizó una campaña en defensa de la playa del Puerto que consiguió parar el proyecto de Costas».
