El riesgo de que la falta de consenso provocara de forma automática una subida del 10 % en el impuesto de bienes inmuebles (IBI) de Sagunt para el próximo año obligó a dejar sobre la mesa la modificación de esta ordenanza, que el tripartito proponía mantener para las viviendas y subir tanto a las empresas como a los comercios más grandes, mientras la oposición presentaba hasta tres enmiendas diferentes.
En un debate que resultó caótico por momentos, el secretario y el interventor tomaron la palabra para recordar que las propuestas debían dictaminarse previamente en comisión, ya que, de otra forma, no se puede calcular el impacto económico. De hecho, las enmiendas de IP, que pedía un IBI más reducido en el Port, y del PSPV, que suavizaba la subida a las grandes empresas y profundizaba la rebaja en las viviendas, se presentaron ayer mismo.
La única presentada en los plazos adecuados fue la del PP, que reclamaba mantener los niveles de recaudación de este año, en cerca de 14,9 millones de euros, con una ligera bajada en el IBI residencial compensada con un pequeño aumento en grandes empresas y comercios. El portavoz popular, Sergio Muniesa, insistió en considerar una «barbaridad» el aumento del «40 %» propuesto por el tripartito y recordó las peticiones de Compromís y EU desde la oposición, que «ahora sería el momento de defender», para que se volviera a la recaudación en torno a los 13,6 millones de euros previa al catastrazo.
Plan económico financiero
La concejala de Hacienda, Teresa Garcia, justificó la propuesta del tripartito en la obligación de aprobar un plan económico financiero como consecuencia de la inestabilidad presupuestaria, objetivo inalcanzable con la enmienda del PP al reducir los ingresos con respecto al año anterior, según certificaron tanto el secretario como el interventor. «No nos podemos permitir un incumplimiento de la ley», aseguró la nacionalista, que pidió a la oposición, y más concretamente a Muniesa, que presente propuestas «más serias, rigurosas y con sentido».
Garcia, quien anunció la inminente convocatoria de un pleno extraordinario para abordar la modificación del IBI, ya que en caso contrario, como consecuencia de la revalorización catastral, subiría de forma autonómica y generalizada un 10 %, si aceptó la propuesta popular sobre el impuesto de vehículos. En este caso, el tripartito quería aumentar los ingresos por este concepto en 26.000 euros gracias al incremento sobre los remolques y semiremolques de más de 750 kilos.
La concejala de Hacienda explicó que esta modificación no implicaba una rebaja de la recaudación con respecto al pasado año, ya que, de hecho, aumentará en cerca de 2.000 euros.
