Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La CHJ dice que avisó cuatro veces de la crecida para que se retiraran las máquinas atrapadas en la presa

Afirma que advirtió al contratista Los dueños de las máquinas insisten en que se enteraron tarde

La CHJ dice que avisó cuatro veces de la crecida para que se retiraran las máquinas atrapadas en la presa

Los dueños de los tres camiones y de las cuatro máquinas pesadas que quedaron atrapadas en el interior de la presa de Algar por la crecida del río Palància empezaron ayer a hacer balance de daños, después de comprobar que el agua que las cubrió totalmente no llegó a arrastrarlas. A la sensación de impotencia se le unía la indignación pues, según insistían a Levante-EMV, «nadie les avisó a tiempo» para que las hubieran retirado antes de que el lunes, que ellos libraban, se cubriera de agua toda la zona donde trabajaban para reforzar la Sèquia Major a su paso por el pantano. Aún así, desde la Confederación Hidrográfica de Júcar (CHJ) se aseguró ayer a este diario que «dejación» por su parte «no ha habido en absoluto» pues este organismo «advirtió hasta cuatro veces al contratista de la obra» del peligro que se corría al detectar que se estaba estacionado en una zona inundable; un mensaje que, según dos de los propietarios afectados, a ellos como subcontratistas, «nunca les llegó» con la antelación suficiente para reaccionar a tiempo el pasado lunes.

La primera advertencia que el organismo de cuenca realizó en esta línea se produjo «al iniciarse» el refuerzo de la acequia impulsado por la propia Confederación, según fuentes de la entidad. «Vimos que estacionaban en el peor sitio posible, se informó de que no lo hicieran y siguieron igual, incluso dejándolo todo los fines de semana», explicaban. Este aviso, tal y como añadían, se repitió sin éxito el viernes pasado, al ver la previsión de lluvia. Luego, apuntan que el lunes por la mañana «se llamó dos veces al ver que, tras la primera, no acudían. Pero cuando llegaron ya fue tarde», decía un portavoz del organismo, además de considerar «de sentido común que no se debe dejar vehículos ni maquinaria en una zona inundable».

Presa «con vigilante»

Al margen de negar que esas advertencias les llegaran hasta el mismo lunes por la mañana cuando ya no llegaron a tiempo, uno de los propietarios afectados admitía que nunca pensaban en que podía ocurrir algo así «cuando en la presa hay un vigilante que podía avisar», mientras otro apuntaba que el lugar donde estacionaban «está 6 ó 7 metros de altura del cauce».

Desde la Confederación aseguraban que «aún es pronto» para valorar el impacto que la crecida habrá tenido en las obras realizadas.

Compartir el artículo

stats