El futuro de la Fundación del Patrimonio Industrial del Port de Sagunt que ha llevado incluso a cerrar el Horno Alto a las visitas por un impago de 400 euros todavía tardará unas semanas en dilucidarse.

Su presidente, el conseller de Cultura, Vicent Marzà, se ha comprometido con el alcalde a convocar a todos sus miembros para confirmar quién quiere continuar financiándola y ayudarla a superar un agujero económico de 100.000 euros, que incluye el impago de salarios desde hace más de 15 meses en una deuda que le impide recibir subvenciones.

Así lo afirmó ayer el presidente de la corporación, Quico Fernández, y avanzó que el consistorio esperará hasta entonces e insistiendo en que el ayuntamiento «no es propietario ni titular de la fundación, ni del Museo Industrial, ni del Alto Horno, ni del archivo, a pesar de que algunos quieran manipular. El ayuntamiento es un vocal más de la fundación, que preside la conselleria. El único vocal que ha cumplido desde el principio sus obligaciones en ella, e incluso ha hechos aportaciones muy importantes en la puesta en valor de sus monumentos».

Escoltado por ediles de Compromís, ADN Morvedre y EU, el alcalde destacó que la asfixia de la fundación «en ningún caso es responsabilidad del ayuntamiento». Lejos de esto,el consistorio es el «único patrono» que ha mantenido sus aportaciones económicas a esta entidad desde 2011, mientras la Conselleria de Industria, la Autoridad Portuaria de Valencia y la Fundación Bancaja dejaban de hacerlo en 2012 y la Conselleria de Cultura las «reducía drásticamente», pasando desde los 53.000 euros que puso en 2011, a los 32.000 de 2012 y a los 6.000 que le concedió tanto en 2013 como en 2014.

Tanto el alcalde, Quico Fernández, como los ediles de Patrimonio y Cultura, Pablo Abelleira y José Manuel Tarazona, responsabilizaron del declive de la entidad a la gestión del anterior gobierno autonómico del PP. «El PP en estos años abandonó la fundación a su suerte. No sólo desde las consellerias, sino desde entidades que controlaba como la Autoridad Portuaria y Bancaixa», destacó el alcalde. «La dejaron morir lentamente», resumía Tarazona mientras Abelleira insistía en la reducción de las aportaciones oficiales.

Fernández resaltó que el consistorio, sin embargo, ha ido «más allá de sus responsabilidades» con la fundación y ha invertido en los tres recintos que ella gestiona, a pesar de que la propiedad de estos no es municipal.

En concreto, como señaló el edil de Patrimonio Pepe Gil, el ayuntamiento ha destinado alrededor de 880.000 euros a la rehabilitación del Horno Alto, de la cubierta del museo industrial y la protección del archivo de Altos Hornos del Mediterráneo. Sólo en este último, como detalló la delegada Mónica Caparrós, ya lleva gastados 90.000 euros en la preservación y traslado de los fondos.

Además, el alcalde admitió que esa implicación municipal va a continuar y se harán nuevas inversiones desde el ayuntamiento, por ejemplo, «para permitir acabar las obras del museo industrial».

En este sentido, se mostró dispuesto a aceptar la gestión municipal de los activos de la Fundación «con los recursos que se nos deban transferir» si, finalmente, «se llega a la solución no deseable de disolverla». No obstante, resaltó que la puesta en valor del patrimonio industrial «es uno de nuestros objetivos» y destacó en un par de ocasiones que, «sea como sea se hará. Vamos a hacer funcionar el Museo Industrial y las visitas al Horno Alto. Y a seguir trabajando en traer el archivo, como hemos hecho desde el primer momento».