La tercera comisión de Hacienda convocada en menos de una semana por el gobierno de Sagunt para tratar los presupuestos del próximo año tampoco sirvió para empezar a debatir las cuentas entre las fuerzas políticas municipales, circunstancia que no ha impedido incluirlas en el orden del día del pleno del próximo miércoles.
Y es que la oposición, que es mayoritaria, no ratificó la urgencia de la sesión por la «imposibilidad» de estudiar el documento en 48 horas, mientras que la responsable económica del tripartito, Teresa Garcia, acusó a PP, IP, PSPV y C's de tener el presupuesto «bloqueado por una cuestión de formas» y de «no querer entrar en el fondo de las cuentas».
La nacionalista se mostró especialmente crítica con el portavoz socialista, Francisco Crispín, a quien dirigió un «llamamiento a la responsabilidad. Su actitud „añadió en declaraciones a Levante-EMV„ deja al PSOE sometido a los dictados del PP, así que, si cree en el progreso de Sagunt, debería dejar de armar bronca y trabajar para que las cuentas salgan».
La oposición, mientras, ofreció sus explicaciones en una comparecencia conjunta de los cuatro portavoces, que coincidieron en la necesidad de disponer de más tiempo para estudiar, consultar, enmendar y negociar las cuentas de 2016, de tal forma que no se pronunciaron sobre si «estamos a favor o en contra del presupuesto», según destacaron tanto Sergio Muniesa (PP) como Crispín.
El popular insistió en que «es la primera vez en la historia que se pretende aprobar el instrumento más importante del ayuntamiento en dos días», lo que consideró «un atropello a la participación», propio de «sistemas políticos de otros países».
El exalcalde también censuró la «teatralización» de las comisiones convocadas por parte del tripartito, interpretación que el segregacionista Manuel González llevó más lejos al criticar el «oscurantismo, dejadez y prepotencia» del gobierno de Sagunt. El portavoz de IP llegó incluso a plantear la presentación de un contencioso administrativo contra el dictamen ayer de los presupuestos, cuando la oposición ya había abandonado la comisión, al entender que era ilegal ratificar su urgencia gracias al voto de calidad de la presidencia.
Cabreo del PSPV
Crispín, por su parte, recalcó que «estamos en la oposición porque no nos quieren en el gobierno», al tiempo que reconoció su «cabreo» por la intención del tripartito de «machacar a la oposición» al pretender que «apoyemos en 48 horas» el documento «más importante del año», sin margen para «consultar a los técnicos ni al tejido asociativo».
Mientras, Raúl Castillo (C's) lamentó que esta precipitación y desconsideración al resto de grupos se haya convertido en el «modus operandi» del gobierno local, al que recordó que el pasado viernes, en la primera comisión de presupuestos convocada, «Teresa Garcia no nos quiso dar la documentación por una rabieta de niño de colegio. No es que queramos bloquear los presupuestos „concluyó„ es una cuestión de responsabilidad».
