El Ayuntamiento de Sagunt ya tiene presupuestos. Casi siete años después de los últimos, el tripartito saltó ayer por encima del pleno, donde la mayoritaria oposición acordó dejarlos sobre la mesa, para aprobarlos minutos más tarde en junta de gobierno, bajo el paraguas de un informe del interventor que contradecía otro del secretario.
Sobre un paso sin casi precedentes en todo el Estado, al ampararse en la polémica ley de racionalización de la administración local, la concejala de Hacienda, Teresa Garcia, reconoció que era una decisión «amarga, pero necesaria» para desmontar el «bloqueo» y las «mentiras» de la oposición, que pedía más tiempo al haber dispuesto de la documentación con apenas 10 días de margen. A este respecto, la nacionalista tuvo que admitir que las convocatorias de cuatro comisiones en este plazo se habían «forzado».
Además de recordar las advertencias del Síndic de Comptes por la irregularidad de tener las cuentas prorrogadas desde 2009, Garcia se comprometió a que esta fórmula para aprobar el presupuesto es «la primera y la última vez» que la utilizará. Otro aspecto inédito en el pleno de ayer fue que el tripartito ni siquiera «pedimos los votos favorables, simplemente un posicionamiento, pero faltan agallas. Esta cobardía —añadió— no nos extraña en PP, IP y C's, pero que el PSPV se alíe con ellos es una traición para sus votantes, que le conduce a la autodestrucción».
La responsable municipal de Hacienda también celebró que ayer fuera una «día histórico» por la aprobación presupuestaria «por las buenas o por las bravas», al tiempo que reconoció los «métodos de derechas» empleados para «usurpar competencias al pleno. No estamos de acuerdo, pero así probarán su propia medicina por el bien de la institución y de las personas».
Garcia, el alcalde, Quico Fernández, y los otros portavoces del tripartito, Guillermo Sampedro y Pablo Abelleira, recordaron tras el pleno que la aprobación por junta de gobierno era provisional, así que se abre un plazo de negociación en el que esperan contar con aportaciones tanto del resto de grupos como de los agentes sociales, según coincidieron en señalar.
Amenaza judicial
Antes incluso de que el gobierno aprobara las cuentas, la oposición ya amenazaba con las «consecuencias legales» de obviar al pleno y al informe del secretario. En cualquier caso, este bando también reconoció que una eventual victoria en los tribunales llegaría dentro de unos años cuando el presupuesto ya estará ejecutado.
Desde el principal partido de la oposición y como anterior inquilino de la alcaldía, Sergio Muniesa llamó la atención sobre la urgencia por aprobar los presupuestos, que «es la misma que en los años anteriores, cuando los trajimos al pleno y se negaron —en referencia a Compromís y EU— a votarlos. La grandilocuencia de Garcia —añadió— no oculta su falta de agilidad».
Dentro de un debate que se prolongó algo más de una hora también se incluyó la aprobación del catálogo de puestos de trabajo, al que Miguel Chover (PSPV) fue el único que hizo referencia desde la oposición. Antes de abstenerse para propiciar su aprobación, el socialista se alegró del consenso alcanzado con los sindicatos para dar luz verde a este «instrumento para organizar el personal de un ayuntamiento con más de 500 trabajadores», al tiempo que criticó al delegado de Personal, Sergio Moreno, por no propiciar el consenso político.
Chover se refirió también a que «parece que hay titulaciones a medida para cubrir determinados puestos y da la sensación de que algunas plazas ya están adjudicadas de antemano». El edil de ADN Morvedre reconoció que había cuestiones que mejorar, aunque «lo importante es crear puestos de trabajo en un ayuntamiento que necesita más gente para funcionar».
