El Saguntino inició esta temporada una nueva andadura en su escuela de fútbol base de la mano de Benjamín Llacer como director deportivo y David García como coordinador y los resultados no se han hecho esperar. Y es que, con la única excepción de la categoría infantil, los rojillos han conformado equipos desde querubines hasta el amateur, con dos escuadras juveniles como máximo exponente de este crecimiento.
«Durante el pasado verano, trabajamos mucho para buscar a gente y ampliar la escuela», reconoce Llacer, a quien se le quedaron clavadas las espinitas del conjunto femenino y del infantil. En ambos casos, el objetivo en el que ya se trabaja esta temporada con miras en la próxima es que se recluten suficientes jugadores para completar así la estructura de la escuela.
Exigencias competitivas
Además de la formación de los futbolistas, la cantera rojilla no está exenta de ciertas exigencias competitivas, que esta campaña se centran en el juvenil A, con el objetivo de quedar entre los siete primeros que le permita incorporarse a la nueva categoría de preferente que la federación está preparando para el próximo curso. Tras iniciar la segunda vuelta, los rojillos están a 3 puntos de ese objetivo.
Otra de las misiones de cualquier cantera que se precie es nutrir de futbolistas al primer equipo, algo muy complicado en el caso saguntinista por el alto nivel que ofrece en tercera división. Sin embargo y con el fin de que esta barrera se haga más pequeña, varios jugadores tanto del amateur, que milita en segunda regional, como del juvenil entrenan con cierta regularidad a las órdenes de David Gutiérrez.
