El dinamizador cultural y director de Tarraco Viva, Magí Seritjol, centró su conferencia de ayer, dentro de Converses a la Via del Pòrtic, en la necesidad de «grandes visiones, no ideas» para poder cambiar las cosas. Frase que repitió a lo largo de toda su exposición y que aplicó al proyecto de Sagunt Patrimonio de la Humanidad.
Explicó a los presentes que hay que sacar jugo del patrimonio y que para ello hay que preguntarse por el papel que juega éste en el futuro de Sagunt. De qué manera se puede generar riqueza y cómo podemos vivir del patrimonio durante años.
Dio algunas lecciones a partir de los éxitos y los fracasos que han padecido en Tarragona, que inició hace años el proceso para ser Patrimonio de la Humanidad, consiguiéndolo, y adelantó que una de las cosas a tener en cuenta es el tratamiento que se le da al patrimonio. «El patrimonio no es un recurso, es un producto». A partir de esa premisa, Seritjol explicó que un producto se compone de «una materia prima, que ya tiene Sagunt, más manipulación, más precio». Con manipulación se refirió a las narrativas, a que se cuente «el meollo de la historia, qué hacían las civilizaciones, cómo vivían, cómo se organizaban», apuntando que estas historias son las que gustan a la gente y las que recordará más allá de cuestiones técnicas. En cuanto al precio, no solo debe suponer una tasa que se le cobra al visitante por venir, tiene que aglutinar «información, servicios y una entrada».
Esta falta de visión, expuso, ha llevado a Tarragona a ser una ciudad de visitantes que la recorren nada más, pero no invierten en ella. «Desayunan en Salou, el guía es de Barcelona y vuelven comer a Salou y solo dejan en Tarragona tres euros de la entrada a los monumentos; tenemos un panorama desolador», un error que no debe cometer Sagunt, dijo.
Respecto a las posibilidades de conseguir la candidatura, el director de Tarraco Viva está convencido de que lo va a conseguir, pero destacó que lo importante no es eso, sino todo el proceso, comentó, destacando la participación e involucración de la gente.
Señaló que presentar esta candidatura es una buena idea, pero advirtió que «de buenas ideas, grandes desastres», por eso recomendó apartar las grandes ideas y centrarse en las grandes visiones; en el por qué, el para qué y el qué hacer.
