La posible entrada en el gobierno de Sagunt del portavoz municipal del PSPV, Francisco Crispín, sigue provocando rechazo en el seno del tripartito que ahora dirige la ciudad en minoría. El consejo ciudadano de la marca blanca de Podemos, ADN Morvedre, descartó ayer esa posibilidad, en una votación casi unánime, pues 8 de los 9 integrantes que participaron en la reunión se pronunciaron en esa línea, mientras otro se opuso totalmente a la entrada de los socialistas en el gobierno local.
De este modo, poco después de que la responsable local de Compromís rectificara su veto a Crispín, como le exigió el PSPV, la «ejecutiva» de ADN emprendía el camino opuesto: Seguía la recomendación de su asamblea para repudiar el incidente protagonizado por Crispín durante la jornada electoral, pero sin descartar una futura incorporación del PSPV a la junta de gobierno. Como aseguraba su portavoz municipal, Pablo Abelleira, «no podemos aceptar que el PSOE nos ponga como requisito para aprobar los presupuestos la entrada en el gobierno de Crispín y el resto de concejales, sin entrar a debatir la políticas que hacemos para redirigir lo que dejó el PP».
Junto a ello acordaron pedir a Compromís algo que él mismo le había solicitado esa mañana: Que si negocia la incorporación del PSPV al gobierno «lo haga contando con sus socios de ADN y EU». Ahora, consideró que el PSPV municipal en Sagunt «no ha mostrado un compromiso con las políticas progresistas, sino de no saber dónde está», algo que, a su juicio, «difiere» de lo que hace Podemos a nivel autonómico «que aunque no gobierna, sí trabaja por el bien del pacto progresista».
