Las tres principales asociaciones animalistas que operan en El Camp de Morvedre, SOS Animales, el Refugio de Tula y Colonias Felinas,se han unido a la campaña que reclama la prohibición «inmediata y urgente» del toro embolado en Sagunt. Esta reivindicación, acompañada por el rechazo a la financiación pública de los festejos que utilicen animales para el disfrute de los espectadores, ha recabado ya cerca de 3.250 firmas virtuales, a través de una iniciativa dirigida tanto al alcalde como al Ayuntamiento de Sagunt.
En el caso de estos colectivos comarcales, su adhesión va acompañada de un manifiesto, en el que muestran su «más absoluta repulsa y rechazo a la utilización de animales para el gozo y diversión de los humanos, tanto más si va acompañada de maltrato». Lamentan también en su escrito que «en nombre de la tradición colectiva más siniestra y cruel, se cometen ejemplos claros de tortura pública de animales».
«En pleno siglo XXI —añaden desde SOS Animales, el Refugio de Tula y Colonias Felinas— resultan injustificables actividades que, como el toro embolado o las corridas de toros, atentan contra el bienestar y sensibilidad de los animales, produciendo en muchos de nosotros asco, sonrojo, vergüenza, repugnancia estética e indignación moral. Y son un mal ejemplo para los hijos de quienes pretenden educarlos en el respeto y amor hacia los animales».
Los responsables de estos colectivos, «en nombre de nuestras asociadas y colaboradoras», añaden «al grito de ¡Vivan los animales!» que su adhesión a la campaña a favor de la prohibición del bou embolat llega ahora por la manifestación taurina de Valencia y por el intento fallido de la delegación de Fiestas para dejar de subvencionar la compra y alquiler de animales.
Sin respuesta municipal
Esta reclamación se elevó por vez primera al ayuntamiento hace unas semanas, cuando la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (Anpba) remitió una solicitud formal para «desterrar» el toro embolado de Sagunt. Desde este colectivo animalista, que ya logró después de años de batalla judicial que desaparecieran los patos vivos de la cucañas del Port, reconocen que el consistorio «todavía no nos ha contestado, pero confiamos en que lo haga pronto, dada la cantidad de municipios valencianos que está apostando por suprimir esta modalidad, acorde con la demanda de una sociedad cada vez más avanzada que ve con malos ojos que los animales sufran para producir diversión».
