El presidente y la práctica totalidad de la junta directiva del Club Náutico Canet d'En Berenguer, que gestiona el puerto deportivo Siles, dimitió este sábado tras una acalorada discusión que caldeó el ambiente de una asamblea general ordinaria «de lo más corriente», como indican socios de la entidad, en la que entre otros asuntos se iba a tratar la posibilidad de subarrendar la piscina o la aprobación del presupuesto anual.
Según varios de los asistentes, el vicepresidente del club, Pablo Guillén leyó una carta antes de comenzar la sesión en la que contaba lo que había sucedido semanas atrás en una reunión de la directiva cuando, según explicó, el presidente le increpó después de que él le reprochase determinadas actuaciones de gestión referentes a la explotación de los servicios de hostelería del recinto. Acto seguido, el revuelo se instauró entre la mayoría de los cerca de 60 asistentes a esta reunión general, frente a los 160 que normalmente suelen acudir, y la asamblea acabó a gritos, sin ni siquiera comenzar a tratar el orden del día, en un gesto que algunos habían visto premeditado.
«Además de mi persona, en el escrito que leyó mencionaba a empresas y es un proceso de difamación sobre el que no voy a hablar hasta que no se pronuncie la justicia, puesto que hay personas que van a llevar el tema a los juzgados, explicaba ayer el expresidente, José Luis Troncoso, en declaraciones a Levante-EMV. «Ni me dejaron hablar, por lo que como no tengo por qué estar aguantando ni escuchando las cosas que se dijeron, dimití, ya que es un cargo voluntario. He recibido un montón de llamadas de apoyo y de ánimo para que me dedique a mi familia, pero el mal cuerpo se queda por dentro con acusaciones como las del sábado, que no son ciertas», añade.
Por su parte, el todavía vicepresidente de la entidad —es el único que no dimitió de los 9 directivos— también asegura estar «bastante afectado» por lo ocurrido y que el tema ha trascendido hasta su esfera personal, «afectando a mi familia», por lo que tampoco ha querido hablar sobre lo que ocurrió. «Voy a estar hasta que se constituya la nueva junta, no he abandonado ni a los trabajadores ni al club», decía.
Próximamente se ha convocado una asamblea que designará de urgencia una gestora que dirija el club hasta la realización de elecciones, que se realizarán el mes que viene, ya que la dimisión del presidente o el cese de al menos la mitad de la directiva — concurren ambos factores— son causas de convocatoria electoral.
Mientras tanto, fuentes de la entidad aseguran que «la normalidad sigue en el club a pesar de lo sucedido y existe liquidez, las cuentas están muy saneadas y la situación está plenamente controlada». Así, la actividad prevista continúa en Puerto Siles, como las reuniones en que se da audiencia a los socios para tramitar nuevos estatutos o la conferencia que impartirá este sábado a las 19 horas el director del Centro de Salvamento Marítimo de València.
