Un vecino de Sagunt de 48 años falleció ayer de forma repentina en un bar tras empezar a encontrarse mal y caer de repente al suelo. Los hechos se produjeron por la mañana y movilizaron a efectivos de la Policía Local y del Servicio Médico de Urgencias (SAMU). Sin embargo, todo fue inútil pues sólo pudieron certificar su fallecimiento.
Como se desconocía cualquier patología previa que hubiera desencadenado ese fatal desenlace, después de que responsables del Juzgado procedieran al levantamiento del cadáver, su cuerpo sin vida fue trasladado al Instituto Anatómico Forense con tal de que la autopsia pueda precisar con exactitud la causa de la muerte.
La noticia de su fallecimiento causó ayer una gran conmoción en el mundo del balonmano del casco antiguo de la ciudad pues era una persona que estaba ligado al club desde su juventud, primero como jugador y luego como entrenador.