El departamento de Salud Pública de la Conselleria de Sanidad ha detectado en el agua potable de Canet d' Berenguer niveles de nitratos y sulfatos superiores a los exigidos por el Real Decreto 140/2003, así como restos de plaguicidas. En un informe fechado el pasado 13 de mayo, al que ha tenido acceso Levante-EMV, se considera que estos valores «constatan» que en la localidad «no están realizando la mezcla» del caudal extraído de un pozo con el procedente de la Estación de Tratamiento de Aguas Potables (ETAP) de Sagunt. Por ello, desde la conselleria se ha «recordado» al ayuntamiento que se «deben realizar las mezclas del agua de la ETAP en proporción adecuada para mejorar la calidad del agua distribuida en la red», decían sin cuestionar que el caudal sea apto para el consumo.
Tras una inspección realizada el pasado 1 de marzo, la Conselleria confirmó que el nivel de nitratos en Canet es de 60 NO3/l, cuando el valor paramétrico fijado en el Real Decreto es de 50. Además, el de sulfatos se situó en 375 mg SO4/l, cuando el fijado es de 250, y también se observaron restos de dos plaguicidas: terbutilazina desetil y terbumetón desetil.
El porcentaje de nitratos contrasta con el compromiso alcanzado en su día por la empresa Egevasa de marcarse como objetivo el mantener los niveles en 30 mg, es decir, justo la mitad de los resultados obtenidos ahora en el análisis de Sanidad. Así lo recordaba a este rotativo el edil Ximo Pons, desde el grupo municipal de Compromís, al tiempo en que urgía tanto a la empresa Egevasa como al ayuntamiento a tomar medidas para corregir «lo que no se está haciendo bien».
De hecho, en la inspección se observó también otra deficiencia: Que el techo de la edificación donde ese encuentra el pozo «presenta espacios abiertos, la tapa no ajusta, por lo que se encuentra abierta», se asegura en el informe enviado al ayuntamiento desde la conselleria.
Aún así, el alcalde, Leandro Benito, aseguró ayer por la tarde a este diario que desconocía la recepción de este documento y, por tanto, el resultado de la inspección sanitaria; si bien mostró su intención de «recabar toda la información y exigir explicaciones», decía.
Ante la mala calidad del agua del pozo de El Cabeçol „debido, entre otras cosas a la intrusión marina„, Canet lleva años mezclando ese caudal con el de la Estación de Tratamiento de Aguas Potables (ETAP) de Sagunt; una última instalación que, a su vez, recibe el suministro gracias al trasvase Júcar-Turia del conocido como «metro cúbico». Concretamente, viene funcionando así desde que en 2010 logró la conexión con la estación saguntina pues, hasta entonces, el agua que llegaba a las casas procedía de El Cabeçol y sólo se recomendaba para el consumo la de las distintas fuentes de ósmosis inversa que había en la población.
Aunque Canet tiene delegada su gestión del agua en la empresa Egevasa, en el mismo informe de Sanidad se recordaba al ayuntamiento la obligatoriedad de hacer controles analíticos y de remitir al Centro de Salud Pública el plan de autocontrol de gestión del abastecimiento. Asimismo, se hizo constar que el Real Decreto establece que «los gestores mantendrán las medidas de protección adecuadas en las instalaciones, vigilando de forma regular la situación de la estructura ... y realizando de forma periódica la limpieza de las mismas».
