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Los hosteleros de Sagunt se rebelan contra las multas

Más de una treintena de propietarios de bar presentó ayer alegaciones contras las sanciones de 300 euros que han llegado a más de 150 locales

Los hosteleros de Sagunt se rebelan contra las multas

Los hosteleros de Sagunt y el Port revolucionaron ayer el edificio administrativo de Camí Reial al presentarse cerca de 40 con el objetivo de alegar contra las multas de 300 euros impuestas a más de 150 establecimientos por la instalación de terrazas en la vía pública. Después de algunos momentos de cierta tensión y a varios avisos de los funcionaros para guardar silencio, los afectados presentaron sus alegaciones uno por uno y tuvieron la oportunidad de explicar su situación a varios concejales, que se preparaban para la celebración de comisiones, incluida la responsable municipal de Policía Local, Roser Maestro.

Rafa Soriano, uno de los portavoces del colectivo de hosteleros que se ha ido consolidando en los últimos meses hasta reunir a cerca de 180 negocios, explicaba a Levante-EMV que «la dejación de la policía es la que provoca que la mayoría de terrazas sea ilegal, porque ya no se emiten los informes que concedían o denegaban la ocupación de vía pública». De esta forma, otro afectado señalaba que «el ayuntamiento nos multa por no tener un permiso que el propio ayuntamiento tiene que conceder», así que «nos sentimos desprotegidos», añadía otro hostelero del Port.

Previsiones económicas

En esta línea, Soriano calificaba de «barbaridad», que «tengamos que ser nosotros los que paguemos las disfunciones e ineptitudes en el funcionamiento del gobierno municipal». Y es que, mientras la concejala de Policía insiste en que ella no ha dado orden para emprender esta campaña sancionadora, más bien la ha intentado frenar, las previsiones que el tripartito de Sagunt manejaba en su intento fallido de aprobar un presupuesto para este año elevaban la recaudación por la ocupación de vía pública mediante terrazas a 370.000 euros.

Esta estimación era de 150.000 euros dos años antes, con la diferencia de que el actual gobierno calculaba para este ejercicio el ingreso de 200.000 euros en concepto de inspección en el pago de esta tasa.

Pese a lamentar que «es más díficil y peligroso montar una terraza de bar, que una central nuclear», Soriano apuntaba que difícil ahora, el grupo se está mostrando muy moderado, pero ya ha aparecido una línea dura que pide otro tipo de acciones». El portavoz del colectivo reivindicaba la importancia del sector en Sagunt, con estimaciones que cifran en 2.000 el número de trabajadores, así que confía en la retirada de las multas, no en una simple moratoria, para no verse obligados a aumentar la presión. Por el momento y mientras se resuelven las alegaciones, los hosteleros tienen intención de buscar apoyo en sus colegas de Valencia.

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