La nueva aula pública del Port de Sagunt para niños de dos años se ha hecho esperar más de lo previsto. Los trabajos para acondicionar el colegio Maestro Tarrazona se han retrasado varias semanas y esto hará los que los pequeños comiencen el curso esta semana, es decir, unos 20 días después de su inicio oficial, que se produjo el pasado día 8.
Ayer mismo, varios operarios aún ultimaban trabajos de carpintería en la clase donde recibirán las enseñanzas los 18 alumnos matriculados en esta unidad. Esto había roto de nuevo las previsiones realizadas desde el centro durante la semana anterior, cuando daban por hecho que los trabajos finalizarían el pasado viernes y, por lo tanto, este semana se iniciaría la entrada progresiva de los más pequeños.
Hasta ayer a media mañana, la dirección del centro aún tenía serias dudas de si los niños de dos años podrían empezar hoy las clases de forma escalonada o habría que esperar «como máximo» un día más, según reconocieron a Levante-EMV. No obstante, el concejal de Educación, José Manuel Tarazona, aseguró luego a este diario que su previsión era acabar ayer las obras y que no hubiera más demoras en la incorporación de los alumnos; un proceso que se preveía hacer de forma paulatina, en cuatro grupos distintos, y con dos horas en el centro para cada niño durante los primeros días, como explicaron desde el colegio.
Algunos padres afectados reconocieron que este retraso les ha supuesto todo un quebradero de cabeza a la hora de organizarse para atender a los pequeños. Al contar con que podrían llevarles al colegio desde el día 8, no faltó quien quitó a su hijo de la guardería y ha tenido que pedir favores para que amigos o familiares lo cuidaran mientras se reorganizaba por el cambio de la fecha, si bien en general se admitía una gran satisfacción por haber sido elegido y disponer de una plaza gratuita «para una experiencia que, según lo que nos han dicho, ha dado muy buenos resultados», decían.
El edil de Educación admitía que la obra se ha retrasado por problemas de suministro de materiales en agosto y recordaba que el ayuntamiento recibió en julio la confirmación de que la Conselleria de Educación les concedía esta segunda unidad de dos años. «Desde entonces ha habido que hacer el proyecto de adecuación por parte de un arquitecto, y luego, realizarlo, pese a los retrasos con muchos proveedores», decía.
No obstante, insistía en que el centro ha informado «en todo momento» a los padres de la evolución de las obras. Además, consideraba que «lo importante es que la ciudad ha conseguido una segunda aula para niños de 2 años, que es un proyecto experimental de la Conselleria para ampliar el servicio público que se da a las familias».
Por ello, resaltaba que «hay que tener en cuenta que no estamos hablando de que se retrasen unas clases de una enseñanza obligatoria, sino de una que se presta para complementar la oferta que había hasta que llegó el nuevo Consell. La suerte es que tengamos dos aulas de este tipo».
Vilamar empezó aún más tarde
La primer aula pública de dos años en el Port de Sagunt fue puesta en marcha en el colegio Vilamar el curso pasado y el inicio de las clases en ella se demoró todavía más ante la necesidad de acondicionar el centro a la presencia de alumnos de estas edades. «Entonces las clases de esos pequeños empezaron a mediados de octubre, pero creo que es comprensible por la adaptación especial que se necesita», decía el edil del área.
