Además de no atender las reivindicaciones comarcales, una de las pocas constantes de los presupuestos autonómicos de los últimos años es la subvención a la Fundación de Patrimonio Industrial del Port de Sagunt, que el año que viene vuelve a contar con una reserva de 60.000 euros.
En este caso, sorprende que se mantenga la ayuda cuando hace escasos días el alcalde, Quico Fernández, confirmó que este organismo esta en vías de disolución, después de que «la desatención» sufrida durante los últimos años la haya dejado «sin recorrido». Además de apuntar en palabras a Levante-EMV que «la fundación ya estaba muerta cuando la heredamos», el alcade señala que «nosotros queremos hacernos cargos de sus propiedades —entre las que destaca el Horno Alto, el futuro Museo Industrial y el archivo de AHM— aunque antes habrá que definir las condiciones del divorcio».
En este sentido, Fernández asegura que el ayuntamiento está pendiente de una reunión con diferentes consellerias de la Generalitat para «que asuman la responsabilidad de disolver la fundación y hacer frente a su parte de la deuda y a partir de ahí utilizar este patrimonio como un producto turístico».
Esta vía surge después de un «demoledor» informe de la conselleria de Cultura en contra de la fundación, en el que reconocía su falta de interés en seguir adelante con el funcionamiento de este organismo.
