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Paraje natural

El marjal de Almardà recuperará su majestuosidad de hace medio siglo

El consistorio dobla las principales acequias que habían perdido el 50% de capacidad - Propicia la gestión natural como hace 50 años para evitar conflictos entre agricultores y mantener la avifauna

El marjal de Almardà recuperará su majestuosidad de hace medio siglo

Reestablecer el sistema hídrico del marjal de Almardà de los años 60, que implicaba una regulación y gestión natural de las aguas en esta zona húmeda de Sagunt, sin motivos de rencillas, es el principal objetivo que se ha marcado el ayuntamiento en colaboración con Acció Ecologista Agró. Para ello, desde hace varios días trabajadores del Plan de Empleo dedican todo su esfuerzo en limpiar lo que se conoce como acequias madres del marjal y sus ramificaciones, cuya capacidad de conducción de agua se había visto reducida en casi en un 50% desde hace medio siglo.

Las tareas de acondicionamiento de las acequias que se ha habían realizado hasta el momento respondían a acciones rutinarias y casi obligadas que ejecutaba el Consell Agrari todos los años ante al peligro de inundaciones que la acumulación de lodos y suciedad suponían en caso de fuertes lluvias, unas acciones que venían siendo muy efectivas.

Sin embargo, según avanzaban desde Agró y el Consell Agrari, esta vez la actuación es de un mayor calado, puesto que se ha aumentado la profundidad de los canales hasta 40 centímetros y se ha duplicado en muchos casos su anchura. «Hay acequias que de tres metros han pasado a seis», explicaba el portavoz ecologista, Enric Amer.

Esta iniciativa va a «garantizar, después de 50 años, la conducción efectiva de las aguas hasta su desembocadura en el mar», además de que se regulen de forma interna y natural en el marjal sin la injerencia humana, sólo cuando sea estrictamente necesario.

Problemas entre agricultores

El mal estado de las acequias ha provocado durante muchos años graves problemas en estos terrenos. Los conflictos entre agricultores eran constantes, ya que la rotura de muchas conducciones impedía un control en el riego de partidas en el que finalmente tenía que intervenir la mano del hombre cortando el suministro en algunas zonas, lo que generaba que otras se inundaran más de la cuenta. Las obstrucciones en las acequias comportaban desbordamientos y se llegaban a aumentar los niveles hídricos de zonas cuando no era conveniente. Esto tenía importantes consecuencias como pérdidas de cosechas o inestabilidad en los acuíferos que acababan afectando a la avifauna del lugar. Perjuicios a nivel agrícola y medioambiental que se pretenden solucionar ahora con la recuperación de la gestión natural del sistema de aguas.

El ayuntamiento ha actuado en cuatro acequias principales: la del Rey, que va de Sagunt a Quartell y que en realidad serían dos conducciones; la de Corella, y la acequia Nova, que conecta varias partidas como la del Realenc, la más importante en superficie cultivable, y la del Cuadro. En total, se calcula que se ha intervenido en más de tres kilómetros de conducciones. A ello hay que sumar el arreglo de tres sifones entre la partida de Almardà y Cantarrana, que eran los causantes de importantes pérdidas de agua que quedaban estancadas debajo de los caminos provocando una obstrucción del paso de las mismas.

Con este importante proyecto se espera recuperar la buena gestión del agua en el marjal, que tiene todavía pendiente la actuación en la desembocadura de la Gola, que sigue taponada con grava; un cometido que es competencia de la Generalitat y la Demarcación de Costas y que es fundamental para cerrar el recorrido natural de las aguas en toda esta zona, donde la intrusión de agua marina mal controlado genera otro gran problema.

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