Las alertas por lluvias fuertes y las precipitaciones tanto de ayer como de los últimos días no impidieron que muchos conductores volvieran a aparcar ayer junto al cauce del río Palància a su paso por Sagunt, a pesar de que está prohibido y de que más de una decena de vehículos acabaron flotando hace casi un año ante una inesperada crecida.
Esto hizo que el consistorio movilizara a la Policía Local para ordenar con megafonía la retirada de los coches aparcados; una tarea que comenzó antes de comer y que se completo horas después con la retirada de un solo vehículo por medio de la grúa, ya que el resto de ropietarios había sido localizado.
El alcalde, Quico Fernández, lamentó en declaraciones a Levante-EMV «la irrresponsabilidad de tantos vecinos, teniendo en cuenta los precedentes existentes». A su juicio, «aparcar junto al lecho de un río con una situación meterorológica como la actual va contra la lógica y el sentido común». Por ello, admitía que «teme» que «la irresponsabilidad de muchos obligue a cerrar definitivamente el río, que es lo que quiere la Confederación Hidrográfica del Júcar y luego vengan las lamentaciones» pues, según indicaba, «una parte de la ciudadanía no colabora y sigue aparcando allí, haga el tiempo que haga, siendo que puede aparcar al otro lado del río».
Puerto cerrado
Además de llevar a cortar todos los accesos al Palància, el tiempo ayer tuvo otras consecuencias en la ciudad. El puerto pasó casi 11 horas cerrado al tráfico marítimo a consecuencia del temporal marítimo y al fuerte viento. Concretamente, estuvo bloqueado desde las siete de la mañana hasta las 18.30 horas, con todos los problemas y el encarecimiento de gastos que ello supone.
Aunque en este caso no hubo cortes de caminos, en muchos se registraron arrastres que entorpecían la circulación, como confirmaron desde la Guardia Rural del Consell Local Agrari.
