La Conselleria de Medio Ambiente ha aprobado la instalación de nuevas bombas de agua en la Gola de Quartell después de que éstas llevaran más de 30 años sin funcionar, pese a los múltiples problemas e incluso cuantiosas pérdidas que ello ha ocasionado tanto a agricultores como a dueños de chalés en Almardà y a quienes velan por la avifauna del marjal protegido.
La empresa Vaersa será la encargada de redactar este proyecto que tiene previsto iniciarse antes del próximo mes de junio con un plazo de ejecución de cinco meses, tal y como han confirmado a Levante-EMV desde la administración autonómica.
La actuación contempla la instalación de bombas que regulen la salida y entrada del agua y que en la actualidad están estropeadas. Por otro lado, se prevé realizar una obra civil que consistirá en acondicionar el canal de salida al mar realizando una restauración ambiental de la zona.
La intervención en la gola de Quartell supondrá dar salida natural al mar de las aguas que se recogen en toda la zona para evitar así inundaciones. Además, permitirá regular los niveles hídricos del humedal de Almardà para la reproducción de aves y, por último, servirá para evitar la intrusión de agua marina en estas zonas húmedas, una situación que ha llevado a la pérdida de cultivos y a la alteración de la avifauna en este paraje.
Con la reparación de la gola, se culminará uno de los proyectos más importantes a nivel medioambiental que está desarrollando el Ayuntamiento de Sagunt, que es recuperar la gestión natural de este humedal, como existía en los años 60.
De momento se ha iniciado una primera fase, que consiste en limpiar y adecuar la acequias, duplicando su anchura y aumentado su calado. Además se han reparado algunas canalizaciones rotas que provocaban filtraciones y pérdidas importantes.
La reparación de la Gola es la última fase de «un proyecto de regeneración del marjal y de puesta en valor en colaboración de todos los agentes que trabajan en la zona como ecologistas y agricultores». Así lo aseguraba Teresa Garcia, concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sagunt.
La gola suele acumular sedimentos durante todo el año que impiden la salida natural de la aguas, lo que provoca el retorno de éstas inundando todo lo que encuentran a su paso: Desde inmuebles hasta zonas de cultivo que se ven obligadas a utilizar bombas para extraerla; un coste que tienen que sumar al de producción, rebajando en buena parte los beneficios de la cosecha. Por otro lado, la intrusión también provoca inestabilidad en el humedal, generando corrientes y arrastres, que no impiden la estabilidad que requiere la flora y la fauna que en este paraje habitan.
Tanto agricultores como ecologistas y vecinos llevan tiempo reivindicando una solución, que lleva más de 30 años sin producirse, aunque sí han sido muchas las intervenciones que se ha realizado en la gola para dragarla y facilitar la salida del agua, tanto a cargo del Consell Agrari de Sagunt como de los labradores.
