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Una negociación con altibajos y muchos meses de desencuentros

La negativa a reducir los liberados fue clave para romper un preacuerdo que se retoma con las cuentas

El preacuerdo alcanzado entre Compromís, EU, ADN Morvedre y el PSPV para formar un gobierno en Sagunt a cuatro bandas es el fruto de largos meses de negociaciones que han tenido numerosos altibajos y un anuncio de ruptura que pareció eliminar cualquier posibilidad de consenso. Aún así, los contactos se retomaron con posterioridad, con gran sigilo y sólo la semana pasada, el mismo alcalde de Sagunt, Quico Fernández, reveló a Levante-EMV que antes de final de año se esperaban más cambios en el gobierno local, después de que EUPV hubiera decidido que la delegación de Aguas cambiaba de manos y su edil José Vicente Muñoz se la cedía a Roser Maestro.

El portavoz socialista Francisco Crispín reconoció ayer a este diario que el PSPV «ha hecho muchos esfuerzos para entrar». No obstante, al ser preguntado si ponía algún ejemplo, respondía de forma genérica «sólo que hay tirar de hemeroteca para verlo».

El inicio de las negociaciones se remonta a principios de marzo, momento en el que las distintas formaciones inician una ronda de consultas con sus bases. Tanto Compromís como ADN ya afirman entonces públicamente que el pacto es posible sin el portavoz socialista Paco Crispín. Las disculpas públicas a este extremo retomaron las negociaciones hasta el punto que se anunció el acuerdo para antes de verano. Sin embargo, en octubre se volvió a truncar la negociación, esta vez ante las discrepancias en la reducción de liberados. Estas asperezas se fueron limando de forma silenciosa bajo el paraguas de un presupuesto necesario para conseguir la estabilidad municipal que finalmente puede sellar el gobierno cuatripartito.

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