Muchos «novios», pero ningún compromiso. Así se resume la situación de la parcela del polígono industrial Camí la Mar de casi 11.500 m2, que el Ayuntamiento de Sagunt sacó a concurso el mes pasado, un procedimiento que hace unos días se declaró desierto. La concejala de Presidencia, Teresa Garcia, asegura que, antes de licitar la venta de estos terrenos municipales, «varias empresas -todas del sector metalúrgico- mostraron su interés, pero después no se ha materializado en ninguna oferta».
En cualquier caso, la también diputada autonómica entiende que el problema no es el precio, fijado en 891.500 euros, más IVA, que resulta «muy competitivo», sino los «exigentes plazos» que recoge el pliego de condiciones, ya que contempla que el ayuntamiento recuperaría la propiedad de los terrenos si el adjudicatario deja pasar 12 meses antes de obtener todas las autorizaciones para el desarrollo de la actividad o dos años sin iniciar las obras necesarias.
Tras quedar el concurso desierto, las opciones que se le abren al gobierno municipal son mantener estas condiciones durante un año a la espera de que alguna firma se decida a aceptarlas y se le conceda la parcela directamente o bien iniciar un nuevo procedimiento con un precio más bajo. Aunque la primera salida parece la más probable, el ayuntamiento no descarta la segunda, que, además de hacer más atractiva la parcela, tendría influencia en la retasación de terrenos que Parc Sagunt prevé realizar en verano.
La enajenación de esta parcela, en la que se contempla una edificación máxima de casi 13.000 m2/techo, destacó por ser la primera en la que el ayuntamiento incorporaba criterios de inversión, con un mínimo de 100.000 euros y 20 puntos en caso de superar los 10 millones; número de trabajadores, desde 3 hasta más de 40; aspectos medioambientales relacionados con el ruido, los vertidos y los residuos; así como criterios sociales respecto a los empleados, como la contratación de parados de larga duración, las mujeres, discapacitados o personas en riesgo de exclusión social.
Por otra parte, hace unos días se aprobó definitivamente la modificación impulsada por el consistorio para reducir la parcela mínima edificable en Camí la Mar. Y es que en su aprobación inicial, cuando todavía no se contaba con Parc Sagunt, y con la esperanza de que se implantaran «actividades industriales de gran entidad», este parámetro se fijó en los 10.000 m2, una extensión que ahora se ha rebajado hasta los 2.000 m2.
Este acuerdo, que también contempla una reducción del frente de fachada, fue adoptado por unanimidad en el pleno de Sagunt.
