Me hago esta pregunta porque estamos en la Pascua, pronto llegará el verano y con él los visitantes habituales y otros nuevos, y seguimos teniendo las playas de Sagunto lamentablemente señalizadas, muy especialmente las del Puerto y Canet. En la tarde del jueves 13, una señora, al volante de un turismo, en el punto de la imagen que ilustra este artículo, me preguntaba contrariada -por cierto, para mi satisfacción, en valenciano-: «Escolte, per anar-hi a la platja de Canet? Perquè veig junts dos senyals contradictoris. Aleshores, per on anem?»

Que una persona que viene desde el Sur o el Oeste con el propósito de llegar a la playa de Canet, acabe en la avenida del Mediterráneo, desorientada y desconcertada, debería preocuparnos muy mucho. Y desde luego no es un hecho aislado y casual. Para que eso no ocurra pienso que hay que indicar bien las direcciones que conducen a la playa del Puerto -no «playas» o «platges», porque el Puerto solo tiene una- y a la de Canet -que también tiene una sola- desde la primera rotonda hasta la última, pensando en los forasteros y no en los que vivimos aquí. De esa manera conseguiremos dos objetivos: atender correctamente a nuestros visitantes y descongestionar la avenida del Mediterráneo. Y para los más despistados, siempre nos quedará la rotonda final de esa avenida, desde donde redirigirlos por la avenida Arquitecto Alfredo Simón Gurumeta -por cierto, ¿tan importante ha sido para el Puerto ese arquitecto como para dedicarle una arteria como ésa?- hacia Canet y su hermosa playa.

¿Qué espera nuestra concejala de «movilidad» para resolver el problema de la deficiente señalización de nuestras playas? ¿Para poner un poco de cordura y sentido de la orientación en nuestro tráfico rodado? Tal y como muy bien hizo al poco de aterrizar en el Ayuntamiento con la rotonda junto a la Casa de Noguera, diseñada no sabemos con qué ojo.

Confío que EU no se haya apuntado también a la corriente conspirativa que difunde la idea de la incomunicación de las playas de Puerto y de Canet, para reivindicar a toda costa un nuevo puente sobre el Palancia; única explicación posible de la reiterada inactividad ante un problema que se repite año tras año, sin que la administración competente -en este caso, sin duda, el Ayuntamiento de Sagunto- adopte medida alguna para resolverlo.