El Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) que el puerto de Sagunt espera desde hace años para poder ampliar sus tráficos se abrirá por fases, sin esperar a que sus obras concluyan al 100%. Al menos, esas son las previsiones que maneja la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), según explicó ayer el presidente de la entidad, Francesc Sánchez, a preguntas de Levante-EMV.
En estos momentos, se está redactando el pliego de condiciones con idea de sacar a concurso a la vez la redacción del proyecto y su ejecución posterior. Por ello, aunque las previsiones más realistas apuntan a que el grueso de la obra esté finalizado en 2019, la intención de la APV es establecer un plan de trabajo que permita abrir parte de las instalaciones en 2018. «Queremos empezar a trabajar cuando antes en las áreas más prioritarias», explicaba Sánchez.
La construcción de estas instalaciones permitirá acabar con una carencia que lastraba al puerto desde hace tiempo pues éste ha tenido que renunciar a algunas operaciones por carecer de un puesto donde el Ministerio de Sanidad pudiera realizar el control de productos de origen animal o vegetal procedentes de países terceros destinados a uso y consumo humano. «Ha sido una batalla muy larga, pero ya tenemos la autorización de Bruselas y todo en marcha», decía Sánchez durante el acto organizado junto a la asociación de empresarios Asecam para presentar la nueva guía de facturación del puerto saguntino.
