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Entregados a la Mare de Déu

La visita de la Virgen movilizó a cientos de saguntinos durante todo el fin de semana e incluso se alargó algo más de lo previsto ante la gran cantidad de gente que quería acercarse a ella

Varios momentos de la visita de la Virgen. morillas/levante-emv

Casi 72 horas de emociones intensas. Eso es lo que vivió en Sagunt el pasado fin de semana, con la visita de la imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados, 25 años después de su última estancia en la ciudad.

El fervor desatado era tal que su presencia se alargó un poco más de lo previsto pues, después de una emotiva despedida ante la Iglesia del Salvador en la que se cuidó hasta el mínimo detalle y no faltaron ni cantos ni poesías, numerosos vecinos quisieron pasar por su manto desde estampas con su imagen a fotografías de personas enfermas u objetos personales de ellas. «No la dejaban irse. Fue todo impresionante esa tarde», comentaban algunos asistentes.

Sin embargo, no sólo ese día hubo sentimientos a flor de piel. Desde que pisó Sagunt, con el manto ofrecido por la indumentarista del Port de Sagunt Kathy Soto, «empezaron a sucederse momentos muy especiales. Muchas personas y colectivos han dejado imágenes inolvidables», comentaba ayer a Levante-EMV Juan Antonio Sánchez desde la comisión que ha hecho posible la llegada de la Virgen. «La gente se ha volcado de una forma que ha superado nuestras previsiones», resumía.

Numerosas entidades participaron en la procesión del sábado y en la ofrenda, como las fallas, casa regionales, diferentes mayoralías de la Semana Santa e integrantes de otros colectivos festivos, como las peñas o Sant Antoni. Además, hubo cuatro fallas que se volcaron especialmente en hacer un recibimiento por todo lo alto a la patrona de los valencianos, cuando la imagen llegó a sus demarcaciones, pues La Palmera, Sant Francesc, Doctor Palos y Tronaor se esforzaron en darle la bienvenida por todo lo alto.

En la procesión también participaron niños de comunión, los seguidores de la Virgen y representantes de la Guardia Civil, Policía Nacional y Local. El párroco de El Salvador, Jose Miguel Peris, incluso agradeció la colaboración de las autoridades municipales y lo consideró «una muestra de la laicidad positiva. Es decir, que no está reñida la aconfesionalidad de las instituciones públicas con la colaboración y ayuda mutua con la Iglesia Católica y demás entidades religiosas», dijo.

Tras unos actos que incluyeron la recogida de unos 150 kilos de alimentos que serán destinados a los desfavorecidos y una colecta en la misa de campaña con el mismo fin, la comisión organizadora hacía un balance positivo y expresaba lo que es más que un deseo. «Habrá que esperar unos 10 años, pero si el pueblo lo apoya, esperemos que la Virgen vuelva», decían.

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