El curso político se ha reiniciado en Sagunt marcado por los cambios en el gobierno cuatripartito que integran Compromís, EU, ADN Morvedre y PSPV, tras la reciente marcha de la concejal Teresa Garcia para centrarse en su trabajo como diputada autonómica del partido nacionalista y la expulsión del edil José Vicente Muñoz, tanto del grupo municipal de EU como de la junta de gobierno.
Esto último va a ser aprovechado por el grupo municipal del PSPV para solicitar una mayor presencia en el gobierno local; un foro compuesto por 9 integrantes, donde hasta ahora los socialistas, con tres concejales, tenían un representante, frente a los dos con los que cuenta ADN Morvedre, los tres que tenía hasta ahora EU y los tres de Compromís, hasta la marcha de Garcia.
Los socialistas justifican su demanda en que esto «evitará las discriminaciones», dado que la expulsión de Muñoz de EU ha dejado a este grupo con tres ediles, es decir, el mismo número con el que cuentan ADN Morvedre y PSPV. Como apuntaba el portavoz del PSPV local, Francisco Crispín: «En un principio, lo aceptamos por ser los últimos que llegamos al pacto de gobierno, que en principio firmaron Compromís y ADN, hasta que luego se sumó EU. Pero, ahora, lo lógico es corregirlo».
El socialista daba por hecho que Compromís, con 5 concejales, mantendrá sus tres representantes en el gobierno local y reemplazará a Garcia por otro. Sin embargo, consideraba que EU «debe asumir su actual situación», con un concejal menos.
EU quiere mantenerse
Esto dista mucho de la posición de partida de EU, que siempre ha sostenido que tras la expulsión de Muñoz de su grupo municipal «se debe aplicar la ley de antitransfuguismo y, por tanto, no se nos pueden menoscabar los derechos políticos que obtuvimos en su día gracias a los 4.800 votos que conseguimos en las elecciones», decía su coordinador local, Roberto Rovira. Según apuntaba: «En términos de representación, entendemos que debemos seguir igual que estábamos. No hay duda de que estamos ante un caso de transfuguismo dado que Muñoz se ha negado a renunciar a su acta de concejal, como le pidió la asamblea del partido por el que entró en la lista electoral y fue elegido como concejal».
La nueva demanda del PSPV, por tanto, augura un nuevo debate en el gobierno local que pondrá a prueba su cohesión, una vez superado el ecuador del mandato.
