Entre la emoción y las lágrimas contenidas, Sagunt rescató ayer del olvido a los cuatro vecinos que entre 1941 y 1943 vivieron un auténtico infierno tras ser

De esa forma, Sagunt siguió la estela de muchas ciudades europeas, en un intento de recordar con dignidad a esos hombres que «fueron convertidos en números» por los nazis, como recordó la investigadora Lara Cardona durante el acto celebrado en el salón de plenos tras un descubrimiento de las placas en el que participaron familiares de las víctimas.

Precisamente, ante el hemiciclo, Cardona desgranó uno a uno datos reveladores para muchos familiares, pues dio detalles biográficos de estos cuatro deportados, logrados tras dos años de trabajo de investigación junto a Manuel Palomar, y Nel·lo Navarro.

«Mauthausen era un lugar donde la tónica habitual era trabajar en una cantera, en condiciones infrahumanas y hasta la extenuación, con una brutalidad que aún se agravaba más para todos los españoles», explicó Cardona durante un desgarrador relato que impactó, especialmente, en las familias. «Nunca supimos nada de lo que le habría pasado después de cruzar la frontera en la Guerra Civil. Te lo imaginabas por las películas, pero no todo el horror que han contado», comentaban a Levante-EMV dos allegadas a un fallecido, que recordaban con tristeza que el hijo de este último murió hace dos años sin llegar a averiguar muchos detalles de qué había sido de su padre en sus últimos años de vida, pese a las muchas gestiones que él personalmente había realizado. «Te emocionas aún más pensando en lo mucho que le hubiera gustado saber qué pasó y ver este reconocimiento», decían antes de ver la exposición organizada que se podrá ver en breve en el centro Mario Monreal y se pondrá a disposición de los colegios.

Una de las familiares de estos deportados ya se había expresado en esta línea al intervenir en público en La Glorieta. «Quiero dar las gracias a todos los que han permitido este acto y a los que han investigado para conocer qué les pasó», dijo además de rememorar ese «infierno» y recordar a «quienes ya han fallecido pero nunca olvidaron su recuerdo».

El acto fue presidido por el teniente de alcalde, Pepe Gil, quien excusó al alcalde Quico Fernández «por razones ineludibles de agenda, pese a su gran interés que tenía por asistir» y consideró que este recuerdo «a las víctimas del genocidio más vergonzoso» tiene que «servir para que estos atentados contra las libertades y las vidas humanas no vuelvan a repetirse».

La diputada autonómica, Teresa Garcia, agradeció «este ejercicio de memoria, que deja constancia de que Sagunt es una tierra de acogida y convivencia, donde no cabe el odio», además de destacar que la Ley de Memoria Democrática aprobada en Les Corts «cubre los déficits de la estatal del 2007».

El poeta Juan Picazo insistió en el mensaje de que «Mai més» se viva un genocidio así, ante un gobierno local muy representado, en contraste con la oposición.