Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Consell de Cultura avala la relevancia de la Villa Ponera de Sagunt

El organismo autonómico emitió en su último pleno un informe favorable a la declaración de este espacio como bien de interés cultural (BIC)

El Consell de Cultura avala la relevancia de la Villa Ponera de Sagunt

El «informe clave» que el Ayuntamiento de Sagunt esperaba para reconocerse la relevancia de la Villa Romana de Ponera fue aprobado esta semana por el primer pleno del año del Consell Valencià de Cultura (CVC). Bajo la presidencia de Santiago Grisolía, el encargado de defender este punto fue Vicente González, quien justificó el posicionamiento favorable de este organismo a la declaración de esta zona arqueológica como bien de interés cultural (BIC).

«Ponera es -apuntó- un conjunto de edificios romanos, datado entre los últimos años de la República y los primeros del Imperio, de especiales características de singularidad y monumentalidad». Este informe, aprobado apenas dos meses después de la solicitud de la dirección general de Cultura y Patrimonio de la Generalitat, está basado en «las exposiciones verbales y gráficas» aportadas por el arqueólogo de Cultura y el arquitecto municipal, ya que durante la visita que realizaron los miembros del CVC a la zona, los restos estaban enterrados para preservarlos de saqueos.

Con estas referencias, el dictamen del Consell de Cultura señala que la Villa Romana de Ponera «reúne la importancia y el interés suficientes como para instar a la Generalitat a incoar el expediente para su declaración como BIC en la categoría de zona arqueológica». En este informe también se recoge que la villa romana, «establecida a comienzos del Imperio, se mantuvo productiva hasta la caída de Roma en el siglo V dentro del consiguiente proceso de ruralización. Es un elemento capital para la comprensión de la actividad productiva fuera del límite urbano de Sagunt».

Este dictamen del CVC enumera los elementos que conforman el conjunto, que consta de «edificios residenciales asociados al cultivo de las tierras circundantes, dotado de ingenios hidráulicos y copia de construcciones auxiliares». Sobre su localización, el dictamen señala que «sigue las indicaciones vitruvianas en cuanto a las dotaciones necesarias», al encontrarse «al pie de la montaña con altitud suficiente para manterse alejada de las tierras de marjal, protegida de los vientos del norte y orientada principalmente hacia el este y sus vientos suaves».

Otros aspectos destacados son su proximidad a caminos como el Viejo de Teruel, la garantía del suministro de agua por la Sèquia Major, así como su proximidad a núcleos urbanos habitados como mercados de la producción.

Antes de concluir con su pronunciamiento favorable a la declaración de la Villa Romana de Ponera como BIC, el Consell Valencià de Cultura insiste en que «la contemplación de los restos arqueológicos no fue posible dado su entierro ya citado y por lo tanto no se puede más que otorgar un completo grado de veracidad de los contenidos y conclusiones del informes y vídeos entregados por los técnicos que las evalúan considerablemente, tanto por su tipología, disposición, geometría, calidad material de pavimentos y pinturas y singularidad en el ámbito saguntino»

Después de esa visita, que tuvo lugar el mes pasado, el alcalde de Sagunt, Quico Fernández, ya destacó que el ayuntamiento hará todos los esfuerzos para ampliar la zona y que el yacimiento sea visitable». Estos restos fueron descubiertos hace aproximadamente seis años durante las excavaciones para la construcción de un gasoducto, obras que sacaron a la luz un conjunto singular y uno de los más importantes de la Comunitat Valenciana y tal vez del panorama peninsular, debido a su entidad arquitectónica y la presencia de materiales de relevante interés.

Compartir el artículo

stats