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Sagunt da la razón a los vecinos de Fusión en sus quejas

Los residentes piden que se ejecute el aval para soterrar la torres de alta tensión Responsabilizan al ayuntamiento de su abandono

Sagunt da la razón a los vecinos de Fusión en sus quejas

«No tenemos visitas médicas a domicilio, ni parques, ni jardines donde llevar a nuestros hijos; no están enterradas las lineas de alta tensión, no tenemos iluminación en los pasos de peatones, padecemos robos, suciedad, con serpientes, garrapatas y otros bichos que se nos meten en casa». Estas fueron algunas de las protestas de los vecinos del conocido como PAI Fusión de Sagunt que acudían ayer al pleno en busca de respuestas y soluciones a su situación. Esta zona lleva casi ocho años a falta de desarrollarse y que mantiene a sus residentes en tierra de nadie, con escasos servicios.

«Tenéis razón», contestaba a sus protestas el concejal de Urbanismo, Pablo Abelleira, del que consiguieron arrancar algún que otro compromiso. El edil de ADN Morvedre aseguró a los vecinos que uno de los parques contemplados en el PAI se tiene previsto inaugurar antes de fallas.

Además, afirmó que se está trabajando en el soterramiento de las líneas de alta tensión por lo que el ayuntamiento ya ha dado a Iberdrola la orden de que «encargue el cable» para la actuación, un trámite que tarda seis meses, explicó el edil y que la empresa cobra por adelantado, además de requerir una complicada operación. A este respecto, el alcalde, Quico Fernández, añadía que a principio del presente mandato ya se intentó que se soterraran las líneas, pero que la empresa se negó.

Pesa todos estos impedimentos, el mandatario se dirigió a los vecinos asegurándoles que desde el equipo de gobierno se está insistiendo en esta tema y lamentó además que «este PAI tiene cuestiones pendientes que todavía no están resueltas».

Cuatro millones

Los vecinos han pedido que se ejecute el aval que depositó el agente urbanizador, que según éstos asciende a casi dos millones de euros, una cantidad que según ellos serviría para soterrar la líneas de alta tensión que rodean sus edificios. Sin embargo, Abelleira contestó que el precio estimado de esta operación es de cuatro millones y que con dos tampoco podría finalizarse el desarrollo del PAI por lo que dejó claro que la mejor opción era darle algo más de margen al agente urbanizador para que acabe esta actuación. «Si no lo hace él será muy difícil que otro lo finalice y entonces sera peor», explicaba el edil de Urbanismo a los vecinos.

Los propietarios le propusieron a Abelleira una «cita» para que visite con ellos la urbanización y pueda conocer de primera mano las carencias que tienen.

Otro de los asuntos que les preocupa son los solares abandonados, que ellos mismos han revelado que tienen que fumigar.

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