La artista plástica saguntina, Natalia Ocerín, ha sido seleccionada por la fundación argentina La Ira de Dios para llevar a cabo su proyecto artístico en Buenos Aires. Ocerín fue elegida junto a otros siete artistas de distintas partes del mundo, siendo ella la única española, para exponer su trabajo en esta residencia de arte donde se llevan a cabo iniciativas de primer nivel bajo la atenta mirada de importantes comisarios y personas relevantes del mundo de las artes como el director de la Fundación Pablo Caligaris o el comisario Louise Hobson, entre otros.
El proyecto de Ocerín no deja indiferente a nadie, ya que se trata de una propuesta novedosa de interpretar el arte, con una visión muy personal y particular, pero sobre todo fresca y transgresora. Con Manifiesto de una obra en su atmósfera emocional, que es como se conoce su nuevo trabajo, la artista nos desvela todo lo que acontece alrededor de una pintura, un lienzo, un cuadro en un espacio concreto, convirtiendo lo acontecido en obra de arte.
El entorno escogido para instalar sus cuadros o, mejor dicho, la atmósfera elegida, como a ella le gusta denominarla, es el hospital psiquiátrico la Borda de Buenos Aires y, en concreto, su zona cultural, donde los enfermos pintan y se expresan, explicaba la artista a Levante EMV.
Una vez expuestos sus lienzos, la artista graba durante una hora todo lo que acontece alrededor del cuadro, hasta obtener un video documento, que presentará posteriormente en la fundación como trabajo final. «Es una manera poética de regalar la obra al espacio. En mi proyecto, el cuadro es el significante y el significado es la respuesta a este lienzo en la atmósfera elegida, lo que acontece alrededor del mismo», explica.
Visión poética del enfermo mental
Con esta iniciativa, la saguntina también pretende mostrar al mundo una «visión más poética» del enfermo mental, castigado por la sociedad durante muchos años, añade.
Ocerín contará con seis semanas para realizar su proyecto que deberá presentar en la fundación a finales del mes de mayo. La artista se muestra «muy ilusionada con este nuevo reto», que considera una oportunidad excepcional para darse a conocer . «Esto me va a permitir crecer como artista y como persona y estar en conexión con otros artistas y comisarios a nivel mundial; empaparme de arte y abrirme puertas».
Esta soñadora incansable de de 29 años no ha parado de crear desde que se licenció en Bellas Artes, una pasión que le ha llevado a recorrer mundo en busca de formación e inspiración.
