Sagunt, la Pobla de Farnals y Alcalà de Xivert son ejemplos claves. La dirección de los socialistas valencianos ha preferido abrir una nueva etapa con gestoras locales antes de prolongar la agonía y la división en las agrupaciones del PSPV. Es una línea que no se detiene en esos municipios sino que se podría ampliar a Torrevieja, Catarroja y Bétera, donde las disensiones en el marco local merman las posibilidades de consolidar alternativas o reforzar otras nuevas. Es la idea de la que, en principio, parte la dirección socialista. Cada municipio, cada agrupación socialista, posee unas peculiaridades singulares, y sabido es que la política municipal dota a los problemas de una cercanía poderosa que ignora la política autonómica o nacional. En ese marco, las fracturas locales adquieren una dimensión lacerante en las urnas. Además, en algunas localidades el PSPV lleva mucho tiempo sin gobernar, lo que provoca dudas sobre las posibles alternativas para encarar las elecciones municipales de 2011. La dirección del PSPV prefiere sacudir el marco orgánico y asumir los costes inevitables ahora, de modo que las posibles heridas puedan estar cerradas antes de los comicios próximos. Es una llamada a la disciplina y al orden y al mismo tiempo un aviso a navegantes. Nadie se puede relajar. E indica que Alarte ha decidido establecer cambios por las bases al igual que los provocó en el ámbito dirigente. Sobre todo allá donde los resultados son negativos o existen fisuras y enfrentamientos.