Asombro y tristeza me produjo la noticia sobre la detención de José Luis Iglesias.Riopedre, un vigués que fue consejero de Educación de la comunidad autónoma de Asturias en un gobierno de coalición entre socialistas y ex comunistas. Un juzgado de Gijón le ha abierto una causa, junto a otros cuatro implicados, por los presuntos delitos de prevaricación, cohecho, trafico de influencias,fraude y exacciones ilegales, negociaciones prohibidas a funcionarios, blanqueo de capitales y malversación de caudales públicos.

Una lista abrumadora de conductas infamantes difíciles de relacionar con quien llegó hace muchos años a la política enarbolando la bandera de la ética y de la honestidad. A los que conocimos y tratamos de antiguo al señor Iglesias Riopedre su detención y posterior encarcelamiento nos ha provocado una sensación de incredulidad y desconcierto parecida a la del propietario de un negocio que se siente estafado por su empleado de mayor confianza.

Y ,sinceramente, aún viendo en las fotografías de los periódicos como salia esposado de las dependencias del juzgado para ser ingresado en la prisión de Villabona, no nos lo acabábamos de creer. Que el señor Iglesias, ex-fraile dominico, ex- militante del Partido Comunista, y ex-consejero de Educación del Principado de Asturias, acabe compartiendo, a los 70 años cumplidos, alojamiento forzoso con Laureano Oubiña y con presos de ETA parece una broma de mal gusto. Yo desearía, desde luego, que pueda demostrar que es inocente de lo que se le imputa y no me quiero sumar a esa corriente de opinión que anticipa las condenas antes de que los jueces se pronuncien definitivamente. Ni tampoco voy a hacer causa común con ese cortejo siniestro de linchadores de palabra que acuden a insultar a gritos a los procesados a la entrada o salida de los juzgados. La clase política y empresarial se ha ganado a pulso su descrédito por los continuos escándalos de corrupción en que se ha visto envuelta , pero de ahí a dar por buena con carácter general la moraleja de la película de Berlanga "Todos a la cárcel" aún queda un pequeño trecho. Justo el de la presunción de inocencia que a todos nos ampara, incluidos el señor Iglesias y compañeros de sumario . Pese a todo, entiendo que el común de la gente ya no se sorprenda de nada.

Hace muchos años, un periodista asturiano me profetizó que llegaría un momento en que leeríamos en el periódico un titular como este: " El Papa atraca un banco y se fuga con Sofia Loren", y nos encogeríamos de hombros. La detención y encarcelamiento de Iglesias me trae a la memoria algunos recuerdos. En una ocasión, estaba yo en la sede del PSOE de Oviedo tratando sobre el destino de la prensa estatal con el ya fallecido Rafael Fernández y con el entonces secretario general Jesús Sanjurjo . Los socialistas ya habían ganado las elecciones de 1982 y estaban a la espera de formar gobierno. A la salida del despacho, me tropecé con Iglesias Riopedre y con Vicente Álvarez Areces , que hacia tiempo que habían abandonado el PCE so pretexto de que se derechizaba. Les pregunté, con cierta guasa, si habían ido a fichar . Quedaron algo cortados, pero como buenos amigos que eramos nos fuimos a tomar un café. Mientras departíamos, les pronostiqué que harían una gran carrera en el PSOE. Iglesias me contestó riendo: " ¡No lo dudes, con la gran experiencia política que tenemos...! " . Por entonces, los que procedían del área comunista consideraban casi como advenedizos a los cuadros de otros partidos.