La Conselleria de Educación, Formación y Empleo —casi nada al aparato— informó a mediodía que la novísima titular del departamento no impartiría la lección inaugural de la Politécnica tal como estaba previsto. Hay quien lo achaca al movidón registrado durante la mañana en el instituto Jorge Juan de Alicante, tras quedarse a oscuras por el impago de las facturas de la luz debido a la falta de liquidez que arrastra el centro por los retrasos en los pagos de la conselleria. Me parece imposible que ahí estribe la razón de la ausencia porque, al mismo tiempo, en el Navarro Santafé de Villena están dando las clases a cuatro, cinco y seis grados, ya que, en este caso, lo que no consiguen arrancar es la calefacción. Por eso digo que no puede ser que, por el motivo aludido, María José Català dejara de acudir al Paraninfo de la Universidad de Alicante porque esta mujer qué va a hacer, ¿no salir en lo que queda de legislatura? Con la proyección que se le augura en su partido a la joven exalcaldesa de Torrent, ¿va a abrazar las nuevas tecnologías de un modo apasionado y su gabinete dará a conocer la agenda de visitas virtuales con la que acometerá su tarea? ¿Es probable que en el sur de la comunidad no se la llegue a conocer físicamente? Menos mal que, para distender, a Catalá le queda Empleo. De cualquier modo, dado lo que llevamos visto en nuestro territorio, no sería mal síntoma que a los servidores públicos les diera apuro salir a la calle, por no decir vergüenza. A Alfonso Alonso, recién estrenado en la portavocía del Congreso, le preguntaron a quemarropa que qué sentía ante lo que se estaba escuchando en el juicio a Camps, a lo que sólo le salió responder que «debe terminar... Es un calvario para todos. La situación que se ha producido es muy dura. La Comunitat Valenciana está atravesando una situación complicada y espero que pueda ir cerrando estas cosas para afrontar el futuro, que es también complicado». Ánimo, consellera. Ya ves. Puedes salir, que lo complicado es el futuro.