La decisión de Ford de trasladar su producción belga a Almussafes supone un punto de inflexión y un importante apoyo para la economía de la Comunitat Valenciana. El impacto económico, tanto en empleos directos como en indirectos, supondrá un antes y un después para miles de familias que necesitan urgentemente un trabajo. El potencial de Ford abre unas más que interesantes perspectivas de futuro.

En este contexto, el Corredor Mediterráneo vuelve a presentarse como una infraestructura estratégica, vital y necesaria, una exigencia del presente para mejorar el futuro. Nadie duda sobre la rentabilidad y relevancia del corredor. Es una infraestructura que tiene garantizado un retorno económico inmediato: cada euro invertido supone dos euros de crecimiento. Es fundamental para todo el tejido productivo, ya que beneficiará a la industria, el turismo, la agricultura, el sector terciario€ Las estimaciones señalan que sólo su construcción generará 65.000 puestos de trabajo, 16.000 en la Comunitat. Por eso es tan importante que vea pronto la luz.

De momento, el proyecto de Presupuestos Generales del Estado se compromete en su puesta en marcha. Plantea una inversión de 530 millones de euros entre 2013 y 2017, financiación importante, pero no suficiente porque es urgente que el corredor sea una realidad lo antes posible, y para ello, indiscutiblemente, necesita un mayor compromiso presupuestario. En el PPCV, el Consell y el grupo parlamentario somos conscientes de que hay que hacer más con menos, de que las inversiones hay que mirarlas con lupa, lo que confirma la necesidad de que se prioricen las infraestructuras que generen un impacto inmediato. Y el corredor, sin duda, es un motor de crecimiento económico, empleo y competitividad, aspectos estratégicos vitales para contrarrestar la crisis.

La decisión de Ford confirma que nuestra Comunitat es atractiva para las grandes multinacionales e instituciones de prestigio. Algo que hemos comprobado con la confianza demostrada por la Berklee College of Music, Plug & Play, Microsoft y Vossloh. Asimismo, el puerto de Valencia lidera el tráfico de contenedores en el Mediterráneo y el corredor incrementará de manera significativa su potencial competitivo.

Así, hay un apoyo unánime por parte de las cuatro regiones españolas por las que discurrirá, respaldado por sus tejidos industriales, sociales e institucionales. Todos los indicadores confirman que la apuesta por el Corredor Mediterráneo es una apuesta segura y por eso vamos a seguir luchando para conseguir que este proyecto irrenunciable sea una realidad cuanto antes. Nunca nos cansaremos de recordar la importancia estratégica de un proyecto de esta envergadura, un proyecto que marca un antes y un después para esta Comunitat. Porque, sin lugar a dudas, el Corredor Mediterráneo supone un motivo para creer en las posibilidades de la Comunitat Valenciana y en un futuro mejor que entre todos podemos conseguir.

?Diputado y coordinador de Infraestructuras del PP en las Corts Valencianes