El Ayuntamiento de Valencia acaba de aprobar el plan del Parque Central, que persigue la transformación de la playa de vías de la estación del Norte y espacios degradados de su entorno en una gran superficie ajardinada y en viviendas y equipamientos que contribuyan a financiar la operación. Este anhelo de la ciudad, planteado por vez primera en el Avance del Plan General de Ordenación Urbana de 1986, dará lugar a un nuevo espacio de más de 300.000 metros cuadrados, mayor que Viveros, y acabará con el secular aislamiento de los barrios divididos por el tren, si es que el ayuntamiento logra algún día que Fomento entierre las vías de acceso a la estación, como en Madrid o Barcelona. Pese a la importancia del proyecto, el municipio no ha previsto una exposición pública singular del plan, y no será porque no hay auditorios o centros culturales. Quien desee conocerlo o alegar, que busque en el tablón de anuncios. Será legal, pero ni eficaz ni justo con un proyecto de tanta importancia.