El pasado 21 de marzo se celebró el Día internacional de los bosques. En una sociedad madura como la valenciana no siempre es necesario abordar en días así los múltiples beneficios ambientales, sociales y económicos que producen los ecosistemas forestales a toda la sociedad. A veces se hace capital abordar temas tan espinosos y complicados como las prioridades políticas para su correcta gestión y financiación.

Viene todo esto a colación por la reciente sentencia del Tribunal Europeo que declara «ilegal» el cobro del céntimo sanitario (en la Comunitat eran tres) en los combustibles fósiles. Si se entra en el fondo de la sentencia se puede observar que el tribunal no cuestiona que se grave con un impuesto el combustible, lo que se dictamina es que los impuestos verdes deben utilizarse de una forma finalista aplicando el principio de «quien contamina paga» y que se podría extender en este caso al «quien limpia cobra».

En multitud de ocasiones y desde hace mucho tiempo hemos advertido desde el sector forestal que esta sentencia era más que posible que se produjera, pero nuestro poder político ha hecho oídos sordos y ahora se van a pagar las consecuencias. Si toda esa cantidad de dinero se hubiera destinado a políticas de gestión forestal sostenible y a captación de CO2 por los terrenos forestales, nuestros bosques presentarían un aspecto mucho mejor que el actual, con menos incendios y quizá menos pérdidas de vidas humanas.

Ahora ya es tarde para lamentarse de lo que pudo ser y no fue. En estos momentos, la financiación de los espacios forestales se dirime en el reparto de los fondos de la nueva política agraria común para el periodo 2014-2020. Por primera vez el Reglamento de la Unión Europea apuesta de una manera muy firme por los bosques y el sector forestal como elemento clave en desarrollo rural y en la condición de «bienes públicos» que generan nuestros bosques (captación de CO2, recarga de acuíferos, paisaje, biodiversidad€). Esperemos que nuestros gobernantes traten a nuestros montes de la manera que se merecen.